El pasado 1 de junio, las urnas hablaron en Veracruz y Durango, y aunque algunos titulares internacionales se apresuraron a declarar un revés para la 4T, un análisis más profundo de los resultados revela un panorama mucho más complejo, y hasta favorable, para el movimiento. La Dra. Claudia Sheinbaum Pardo, desde Palacio Nacional, desmintió las narrativas pesimistas y ofreció una lectura detallada, municipio por municipio, de lo que realmente significan estos resultados. No se trata solo de cuántos municipios se pintan de un color u otro en el mapa, sino de cuántas personas, cuántas voces, están representadas por cada uno de esos colores.

En Durango, por ejemplo, el titular simplista podría enfocarse en la ligera disminución en el número de municipios ganados por la coalición Morena, PT, PVEM y el partido local, pasando de 18 a 16. Sin embargo, la Jefa de Gobierno hizo hincapié en un dato crucial: el porcentaje de población gobernada por esta coalición prácticamente se duplica. Pasamos de un 15.14% antes de las elecciones a un 33.05% tras el recuento de votos. Esto significa que, aunque en números absolutos la coalición gobierna menos municipios, su influencia se extiende ahora a una porción mucho más significativa de la población duranguense. Se trata de una estrategia que prioriza la representatividad de las grandes urbes, donde la densidad poblacional permite un mayor impacto en las políticas públicas.

En contraparte, el bloque opositor PRIAN, aunque retiene una mayoría de municipios, ve su alcance poblacional reducido de un abrumador 84% a un 64.98%. Esta disminución, aunque pueda parecer marginal en un primer vistazo, representa una merma considerable en su capacidad de influencia. Y Movimiento Ciudadano, si bien aumenta su presencia, sigue siendo un actor minoritario en el escenario político duranguense.

El caso de Veracruz presenta un panorama aún más alentador para la 4T. Aquí, Morena, PT y Verde no solo consolidan su dominio, sino que lo amplían. Pasan de gobernar 103 municipios a 112, y el porcentaje de población bajo su administración aumenta del 60.03% al 65%. Un crecimiento constante que demuestra la confianza de la ciudadanía veracruzana en el proyecto de transformación.

Más allá de los titulares sensacionalistas, los números hablan por sí solos. No se trata de una simple suma de municipios, sino de una estrategia de representatividad que busca impactar la vida del mayor número posible de ciudadanos. La 4T no solo se mantiene firme, sino que se expande, consolidando su presencia en dos estados clave y demostrando que su proyecto sigue resonando con fuerza en el corazón de México. Este análisis, más allá de los números fríos, nos habla de la construcción de un nuevo tejido social, de una transformación que se construye desde las bases, desde los municipios, y que se refleja en la vida diaria de millones de mexicanos. La narrativa de la derrota se desmorona ante la realidad de un proyecto en constante evolución y crecimiento. El futuro se pinta con los colores de la esperanza, y la 4T sigue tejiendo los hilos de un México más justo e igualitario.