En un momento crucial para la justicia mexicana, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ha puesto el foco en la necesidad de un acceso total a la justicia con la llegada del nuevo pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Sus palabras, cargadas de expectativa, resuenan con la esperanza de una transformación profunda en el sistema judicial a partir de septiembre. “El pueblo de México espera un acceso a la justicia completamente distinto”, afirmó con convicción, plasmando así el anhelo de una sociedad que busca garantías y equidad en el ejercicio de sus derechos.

Esta declaración no se limita a una simple aspiración, sino que se enmarca en una visión de futuro donde la justicia deje de ser un privilegio para convertirse en un derecho tangible para todos. Sheinbaum Pardo, consciente de la importancia de este cambio, enfatiza la responsabilidad del nuevo Poder Judicial en la construcción de un sistema más justo y accesible. “Tienen que concentrarse en hacer que haya acceso a la justicia en nuestro país”, insistió, marcando así la prioridad fundamental para los nuevos ministros.

La autonomía de la SCJN es un pilar fundamental en un Estado de Derecho, y la presidenta lo reconoce. Sin embargo, también subraya la importancia de que esta autonomía se traduzca en una verdadera independencia que permita a la justicia actuar con imparcialidad y eficacia, libre de cualquier influencia externa. La justicia, en su esencia, debe ser ciega ante cualquier tipo de presión, y es precisamente esta imparcialidad la que garantiza la legitimidad de sus decisiones.

En cuanto a las posibles irregularidades que puedan surgir durante el proceso de entrega-recepción, la presidenta Sheinbaum Pardo ha sido clara: la denuncia es el camino a seguir. "Si encuentran algún problema, que se presente la denuncia administrativa o, en su caso, penal", aseveró. No obstante, también hizo hincapié en la importancia de evitar la persecución. La justicia debe ser un instrumento para la verdad y la reparación, no para la venganza o el ajuste de cuentas.

La frase "el que nada debe, nada teme" resonó con fuerza en sus palabras, un mensaje que trasciende el ámbito judicial y se convierte en un llamado a la transparencia y la rendición de cuentas en todos los niveles de la administración pública. Es una invitación a construir una sociedad donde la honestidad sea la norma y la impunidad, la excepción.

La expectativa generada por el nuevo pleno de la SCJN es palpable. La sociedad mexicana observa con atención, esperando que este cambio represente un verdadero punto de inflexión en la historia de la justicia del país. La transformación del sistema judicial es un proceso complejo y requiere del compromiso de todos los actores involucrados. La participación ciudadana, la vigilancia constante y la exigencia de rendición de cuentas son elementos clave para consolidar un sistema judicial más justo, equitativo y accesible para todos. El futuro de la justicia en México depende, en gran medida, de la capacidad del nuevo pleno de la SCJN para responder a las expectativas y construir un sistema que garantice el acceso a la justicia como un derecho fundamental para todos los mexicanos.