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4 de junio de 2025 a las 01:20
Prepara tu auto para la lluvia ¡y evita el caos!
La furia de Tláloc se desató este lunes sobre la Ciudad de México, recordándonos la fuerza implacable de la naturaleza y la fragilidad de nuestra infraestructura urbana. Las intensas lluvias, que alcanzaron hasta 70 mm en algunas zonas, un volumen no visto desde 2017, convirtieron las principales vialidades en ríos caudalosos, dejando a su paso una estela de caos y vehículos varados, como una escena apocalíptica en el Viaducto Río de la Piedad, a la altura de Troncoso. Imaginen la desesperación de los conductores atrapados en medio de la tormenta, el agua subiendo de nivel, la incertidumbre de no saber cuándo terminaría la pesadilla. Centros comerciales, usualmente refugios ante la inclemencia del tiempo, también se vieron afectados, con filtraciones y encharcamientos que interrumpieron la rutina de compras y esparcimiento.
Ante la magnitud del desastre, las autoridades capitalinas desplegaron un batallón de Protección Civil y Bomberos, quienes trabajaron incansablemente para desazolvar las alcantarillas, verdaderas venas de la ciudad, obstruidas por las 13 mil toneladas de basura que, día a día, generamos los capitalinos. Una cifra que nos invita a reflexionar sobre nuestros hábitos de consumo y la responsabilidad que tenemos en el cuidado del entorno. El Operativo Tlaloque 2025, activado por la Secretaría de Gestión Integral del Agua, se convirtió en el escudo protector de la ciudad, una estrategia vital para mitigar los daños provocados por las precipitaciones. Pero, ¿es suficiente? ¿Estamos realmente preparados para enfrentar la furia de la naturaleza?
Más allá de la respuesta inmediata, la prevención se erige como la mejor herramienta para navegar la temporada de lluvias. El Centro de Orientación Vial de la SSC, consciente de ello, ha difundido una serie de consejos cruciales para que nuestros vehículos no sucumban ante los embates del temporal. No se trata solo de proteger nuestro patrimonio, sino también de salvaguardar nuestra vida y la de los demás.
Revisar el estado de las llantas, asegurar el correcto funcionamiento de los frenos, verificar el sistema de luces y limpiaparabrisas… acciones sencillas, pero fundamentales para transitar con seguridad en condiciones adversas. Imaginen la diferencia que puede marcar un buen par de neumáticos con suficiente dibujo para evitar el aquaplaning, o unos frenos responsivos que nos permitan detener el vehículo a tiempo ante un imprevisto. Mantener nuestro automóvil en óptimas condiciones no es un lujo, es una necesidad, una inversión en seguridad y tranquilidad.
La temporada de lluvias apenas comienza y las predicciones meteorológicas no son alentadoras. La responsabilidad de estar preparados es de todos. Informémonos, sigamos las recomendaciones de las autoridades y, sobre todo, conduzcamos con precaución. La ciudad nos necesita a todos para sortear este desafío. No seamos parte del problema, seamos parte de la solución. Cuidemos nuestra ciudad, cuidemos nuestros vehículos y, sobre todo, cuidémonos a nosotros mismos.
Fuente: El Heraldo de México