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3 de junio de 2025 a las 22:30
Poncho de Nigris habla sobre Pablo Lyle y Sury Sadai
La sombra de la controversia se cierne nuevamente sobre Pablo Lyle, el actor que cumple condena en Estados Unidos por homicidio involuntario. Esta vez, su nombre resuena no en los tribunales, sino en los platós de televisión, ligado a una delicada acusación de abuso sexual. El epicentro del huracán mediático se sitúa en el reality show "Secretos de Parejas", donde la actriz Sury Sadai confesó haber sido víctima de abuso por parte de un reconocido actor, cuya identidad optó por reservar. El silencio, sin embargo, fue roto abruptamente por Poncho de Nigris, otro participante del programa, quien señaló directamente a Lyle como el presunto agresor.
Esta revelación inesperada desató una ola de reacciones. El silencio incómodo de los demás participantes contrastó con la vehemente negación de la propia Sury Sadai, quien desmintió la versión de De Nigris. La actriz, visiblemente afectada, reiteró su decisión de mantener la identidad del agresor en el anonimato, dejando entrever la complejidad y la delicadeza de la situación. ¿Por qué De Nigris se arriesgó a dar un nombre, especialmente uno tan cargado de controversia como el de Lyle?
En una entrevista posterior para "Venga La Alegría", De Nigris intentó aclarar su intervención. Argumentó que su afirmación se basó en la creencia errónea de que la identidad del agresor ya era de dominio público. "Pensé que ya lo había dicho," afirmó, dando a entender una posible confusión o malentendido dentro del programa. Además, añadió que las confesiones dentro del reality son reales, insinuando que la revelación de Sadai, aunque incompleta, era genuina. Esta justificación, sin embargo, no ha logrado apaciguar la polémica, y muchos se preguntan si se trató de una imprudencia, un error de cálculo o una estrategia para generar controversia.
La actitud desafiante de De Nigris ante las posibles consecuencias legales de sus declaraciones añade otra capa de complejidad al asunto. "No pasa nada, no procede", sentenció, mostrando una aparente seguridad en su posición. Sin embargo, la pregunta sigue en el aire: ¿está realmente blindado legalmente? ¿Podrían las declaraciones de De Nigris, aunque basadas en una suposición errónea, tener repercusiones legales para él o incluso afectar el caso de Lyle?
Este nuevo escándalo mediático pone de manifiesto la fragilidad de la reputación y la rapidez con la que una acusación, incluso sin pruebas contundentes, puede propagarse y generar un impacto devastador. En la era de las redes sociales y la información instantánea, la presunción de inocencia parece tambalearse ante la vorágine de opiniones y especulaciones. El caso de Pablo Lyle, ya de por sí complejo, se ve ahora envuelto en una nueva controversia que, independientemente de su veracidad, deja una mancha difícil de borrar en la imagen del actor. La incertidumbre persiste, y solo el tiempo dirá si las declaraciones de De Nigris tendrán consecuencias legales y cómo afectarán el futuro de todos los involucrados. Mientras tanto, el público se mantiene expectante, dividido entre la incredulidad, la indignación y la búsqueda de la verdad en un mar de rumores y contradicciones.
Fuente: El Heraldo de México