La Ciudad de México se prepara para una transformación ciclista sin precedentes. Más allá de la ambiciosa ciclovía La Gran Tenochtitlán, que conectará el corazón histórico de la capital, el Zócalo, con el mítico Estadio Azteca, una nueva arteria para las dos ruedas se abre paso en el sur de la ciudad: Avenida Universidad. Desde la Glorieta de SCOP hasta el campus universitario, esta nueva vía promete no solo facilitar el transporte de miles de ciudadanos, sino también tejer una red más robusta y conectada de ciclovías en la metrópoli. La Jefa de Gobierno, Clara Brugada, ha puesto la vara alta: 300 kilómetros de nuevas ciclovías en los próximos seis años. Un objetivo ambicioso que, según sus propias palabras, confía en superar. Esta apuesta por la movilidad sostenible se enmarca en una visión más amplia que busca transformar las calles en espacios compartidos, donde ciclistas, peatones y automovilistas convivan de manera armónica. El Secretario de Movilidad, Héctor Ulises García, ha subrayado la importancia no solo de construir infraestructura, sino de asegurar su interconexión, creando una red eficiente y accesible para todos.

La nueva ciclovía en Avenida Universidad plantea una solución innovadora a la problemática del transporte en la zona. Si bien aún no se han revelado detalles específicos del trazo, la posibilidad de compartir el carril con el transporte público se presenta como una opción viable, considerando la escasa presencia de rutas de autobuses en la avenida. Una de las principales preocupaciones de los automovilistas es la posible reducción del espacio vial. Sin embargo, un análisis de la situación actual revela que gran parte de Avenida Universidad se utiliza como estacionamiento, incumpliendo el Reglamento de Tránsito de la Ciudad de México que prohíbe estacionar en vías primarias. Esta práctica, que conlleva multas considerables, demuestra que el espacio destinado a la ciclovía no impactaría significativamente en la fluidez del tránsito, sino que, por el contrario, recuperaría un espacio público mal utilizado.

El impacto de esta nueva vía ciclista se extiende más allá de la simple movilidad. Al conectar el centro sur con el sur de la ciudad, se abre una puerta a nuevas posibilidades para miles de personas. Trabajadores que podrán llegar a sus empleos de forma rápida, segura y sostenible, y estudiantes de la UNAM que tendrán una alternativa eficiente para acceder al campus. Esta iniciativa no solo promueve la salud y el bienestar de los ciudadanos, sino que también contribuye a la construcción de una ciudad más verde y conectada. La transformación de Avenida Universidad en una vía ciclista es un paso adelante en la consolidación de la Ciudad de México como una urbe moderna, comprometida con la movilidad sostenible y la calidad de vida de sus habitantes. Un futuro donde la bicicleta no sea solo un medio de transporte, sino un símbolo de progreso y conciencia ciudadana.

Aún quedan preguntas por responder, como los detalles específicos del proyecto, el cronograma de ejecución y las medidas que se tomarán para garantizar la seguridad de los ciclistas. Sin embargo, la visión es clara: una ciudad donde la bicicleta ocupe el lugar que le corresponde, como una alternativa viable, saludable y sostenible para el transporte urbano. La ciclovía de Avenida Universidad se presenta como un eslabón fundamental en esta cadena de transformación, un paso más hacia una Ciudad de México más amigable con el medio ambiente y con sus ciudadanos.