¡La furia del cielo se desató sobre el Valle de México! Una vez más, la naturaleza nos recordó su poder con un impresionante microburst, un fenómeno meteorológico que, aunque común, puede desencadenar caos en cuestión de minutos. El lunes 2 de junio, la lluvia torrencial, acompañada de granizo y fuertes vientos, azotó la Ciudad de México, el Estado de México e Hidalgo, dejando a su paso una estela de asombro y, lamentablemente, también de inconvenientes.

Según el meteorólogo José Martín Cortés, un microburst se produce cuando la corriente descendente de una nube se acelera de forma inusual, arrastrando consigo granizo, lluvia y viento con una violencia descomunal. Imaginen una cascada celestial, pero en lugar de agua cristalina, cae una mezcla turbulenta de elementos que golpea con fuerza el suelo. Precisamente este fenómeno fue el responsable del diluvio que vivimos el lunes, similar al que experimentamos el 17 de julio del año pasado.

Las imágenes del microburst del 2022 son impactantes. Fotografías y videos muestran la formación de espirales en medio de la tormenta, un espectáculo visual sobrecogedor que revela la fuerza de la naturaleza. Algunos meteorólogos incluso lograron captar con radar la intensidad de la precipitación, registrando datos que nos permiten comprender la magnitud del fenómeno. Ayer, la historia se repitió, aunque lamentablemente no se pudieron obtener grabaciones que documentaran el evento en su totalidad.

Pero el Valle de México no es el único lugar del mundo que ha sido testigo de la furia de un microburst. Desde Colombia hasta la India, este fenómeno ha dejado su huella, demostrando que la naturaleza puede manifestarse con la misma intensidad en diferentes rincones del planeta. En Jabalpur, India, un poderoso microburst desató un repentino diluvio y una feroz granizada que cubrió la ciudad de blanco. En Colombia, las imágenes de un microburst son igualmente impresionantes, mostrando la columna de agua y viento descendiendo con fuerza desde el cielo.

Estos eventos nos recuerdan la importancia de estar preparados ante la eventualidad de fenómenos meteorológicos extremos. Informarnos sobre las características de estos eventos, seguir las recomendaciones de las autoridades y tomar precauciones son medidas cruciales para protegernos y minimizar los riesgos. La naturaleza es impredecible, pero con conocimiento y preparación, podemos enfrentar sus embates con mayor seguridad. El microburst del lunes fue un recordatorio de la fuerza de la naturaleza y de la necesidad de estar siempre alerta.