La Luna de Fresa, un nombre que evoca dulzura y misticismo, nos invita a alzar la vista al cielo el 11 de junio de 2025. A partir de las 7:43 horas, el disco lunar, en su fase plena, iluminará México en un espectáculo celeste que se extenderá hasta el jueves 12. Contrario a lo que su nombre sugiere, la Luna no se teñirá de rojo, sino que mantendrá su brillo plateado habitual. El nombre, de origen algonquino, una tribu nativa de Norteamérica, recuerda la época de recolección de fresas, coincidente con la luna llena de junio. Un vínculo entre la naturaleza y el cosmos que perdura hasta nuestros días.

Más allá de su nombre, la luna llena de junio, la Luna de Fresa, es una oportunidad para conectar con la belleza del universo. En México, existen lugares privilegiados donde la experiencia se vuelve aún más mágica. Desde miradores naturales hasta plazas históricas, el país ofrece un abanico de opciones para disfrutar de este evento astronómico.

A tan solo unas horas de la Ciudad de México, el Lago de Avándaro, en Valle de Bravo, nos espera con los brazos abiertos. Imaginen la luna llena ascendiendo sobre el lago, enmarcada por la densa vegetación del bosque. Los miradores que rodean el lago ofrecen una perspectiva panorámica inigualable, perfecta para capturar la esencia de la Luna de Fresa.

En la Riviera Maya, las ruinas de Tulum se convierten en un escenario místico bajo la luz de la luna llena. La arena blanca, el mar turquesa y las antiguas piedras se combinan en una postal inolvidable. Visualicen la luna emergiendo detrás de las ruinas, creando un ambiente mágico y lleno de historia.

En el corazón de la Ciudad de México, el Ángel de la Independencia se alza imponente bajo la mirada de la luna. El contraste entre la arquitectura, las luces de la ciudad y el brillo lunar crea una escena urbana llena de encanto. Una experiencia única para quienes buscan la belleza en el paisaje urbano.

La Plaza de Armas de Querétaro, rodeada de edificios históricos, nos ofrece un espectáculo diferente. Imaginen la luna llena ascendiendo sobre el empedrado, reflejando su luz en las fachadas de la Catedral y el Palacio de Gobierno. Un viaje en el tiempo bajo la luz de la luna.

Desde el mirador de Zacatlán de las Manzanas, en Puebla, la Luna de Fresa se admira con la Sierra de Puebla y la cascada Cola de Caballo como telón de fondo. Una combinación de naturaleza y belleza lunar que dejará sin aliento.

En Veracruz, el malecón, con su icónico Faro Venustiano Carranza, nos invita a contemplar el reflejo de la luna sobre el Golfo de México. Un ambiente bohemio, con música de son jarocho y el aroma del mar, acompaña la experiencia.

La Plaza de la Paz, en San Miguel de Allende, Guanajuato, es un oasis de tranquilidad bajo la luz de la luna. Los arcos coloniales de cantera y las fuentes circulares crean un ambiente mágico para contemplar el ascenso lunar.

El Parque Tangamanga, en San Luis Potosí, ofrece amplios espacios verdes para disfrutar de la Luna de Fresa. El reflejo de la luna en los pequeños estanques del parque crea un efecto visual cautivador.

En Chapala, Jalisco, el lago más grande de México, se convierte en un espejo gigante que refleja la luna llena. Un espectáculo natural que se disfruta desde el malecón, con las montañas de la ribera como escenario.

Finalmente, la Plaza de la Mexicanidad, en Ciudad Juárez, Chihuahua, ofrece una vista despejada del horizonte. Sin obstáculos a la vista, la luna emerge en todo su esplendor, creando una experiencia inolvidable.

La Luna de Fresa nos espera. Elijan su escenario, alcen la vista al cielo y déjense envolver por la magia de la luna llena.