La tensión se palpaba en el aire. El bullicio habitual de Mallplaza Vespucio, en la comuna de La Florida, se vio interrumpido por gritos y el sonido de golpes. Dos mujeres, enfrascadas en una violenta riña, acapararon la atención de todos los presentes. Lo que en un principio parecía un altercado común, adquirió tintes dramáticos al revelarse que una de las involucradas, momentos antes del enfrentamiento, sostenía a una bebé en brazos.

Las imágenes, que rápidamente se viralizaron en redes sociales, muestran la escalada de violencia. Una de las mujeres asciende por las escaleras eléctricas, lanza su monedero a la carriola de la otra y la provoca reiteradamente. La madre, que se encontraba hablando por teléfono, ignora las provocaciones por unos segundos, pero la tensión acumulada finalmente estalla. Con un movimiento apresurado, coloca a la menor en su carriola y se lanza a los golpes contra la agresora.

La escena es impactante. Puños y forcejeos, mientras los testigos observan atónitos. La intervención de los guardias de seguridad, aunque presente, parece tardía. Segundos cruciales que alimentan la indignación en las redes sociales. ¿Por qué esperar tanto para intervenir? ¿Qué hubiera pasado si la situación hubiese escalado aún más? Interrogantes que se suman a la preocupación por la seguridad en los espacios públicos.

Más allá del morbo del video viral, la historia subyacente es preocupante. Ambas mujeres, según confirmaron las autoridades del centro comercial, tienen antecedentes penales por robo. Un dato que añade un matiz de complejidad a la situación y que plantea serias dudas sobre el bienestar de la menor. ¿Qué tipo de entorno le espera a esta niña? ¿Está segura bajo el cuidado de una persona con antecedentes penales?

Las autoridades chilenas, conscientes de la gravedad de la situación, evalúan tomar acciones legales para proteger a la menor. La prioridad es garantizar su seguridad y bienestar, alejarla de un ambiente que potencialmente la expone a situaciones de riesgo. El centro comercial, por su parte, se ha comprometido a reforzar la seguridad en sus instalaciones. Monitoreo 24/7 y mayor presencia de personal de seguridad son algunas de las medidas anunciadas. Sin embargo, queda la inquietud. ¿Son suficientes estas medidas para prevenir futuros incidentes? ¿Cómo garantizar la seguridad de los clientes, especialmente de los más vulnerables, en un espacio público tan concurrido?

El incidente en Mallplaza Vespucio trasciende la anécdota viral. Es un reflejo de una realidad compleja, un llamado de atención sobre la violencia, la vulnerabilidad infantil y la necesidad de reforzar la seguridad en los espacios públicos. La indignación en redes sociales es palpable. No se trata solo de dos mujeres peleando, se trata de una niña inocente expuesta a una situación de riesgo. Y esa es la verdadera preocupación que persiste.