El diluvio que azotó a varias entidades del país la noche del lunes 2 de junio dejó una estela de caos y zozobra, pintando un panorama de calles convertidas en ríos, familias evacuadas y la imprudencia de un conductor que desafió la furia de la naturaleza. Desde Hidalgo hasta Chiapas, pasando por el Estado de México y San Luis Potosí, la fuerza de la naturaleza puso a prueba la capacidad de respuesta de las autoridades y la resiliencia de los ciudadanos.

En Hidalgo, la colonia Los Tuzos, en Mineral de la Reforma, se convirtió en el epicentro de la tragedia. Las aguas implacables obligaron a la evacuación de 40 familias, quienes encontraron refugio en los albergues temporales habilitados por el gobierno estatal en el Estadio Revolución, el centro de la ciudad y un albergue para migrantes. La Secretaría de Infraestructura Pública y Desarrollo Urbano Sostenible (Sipdus) trabaja a contrarreloj en las labores de contención, mientras la Comisión de Agua y Alcantarillado del Sistema Intermunicipal (Caasim) despliega una potente motobomba para drenar las zonas más afectadas. El suministro de agua en los barrios altos de Pachuca se vio comprometido, y se estima que las labores de tratamiento de las aguas negras, ahora contaminadas, tomarán entre 24 y 72 horas. La amenaza persiste, pues el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) pronostica más lluvias, manteniendo la alerta en la zona metropolitana.

En el Estado de México, la primera tormenta del 2025 desató el caos en el Valle de Toluca. Calles y carreteras, como Tollocan y Solidaridad las Torres, se transformaron en trampas acuáticas, dejando varadas a cerca de 400 personas. La Secretaría de Seguridad (SS), con su Unidad de Servicios Médicos y Apoyo a la Población, desplegó un operativo de rescate, utilizando ambulancias, remolques y vehículos anfibios para auxiliar a los afectados. Desde Paseo Tollocan hasta el puente deprimido de avenida Comonfort y Las Torres, los rescatistas trabajaron incansablemente para poner a salvo a los ciudadanos atrapados en la inundación. Las autoridades continúan las labores de limpieza en los municipios afectados: Toluca, Lerma, Ocoyoacac, San Mateo Atenco, Metepec, Zinacantepec y Chapultepec.

Chiapas no escapó a la furia de la Onda Tropical Número 2. Tuxtla Gutiérrez y San Cristóbal de Las Casas registraron árboles caídos, vehículos varados, viviendas inundadas y techos desprendidos. En Plaza Galerías, dos jóvenes vivieron momentos de angustia al quedar atrapadas en un elevador. La Secretaría de Protección Civil mantiene la vigilancia y ha activado los protocolos de atención a la población, emitiendo alertas por lluvias intensas en diversas regiones del estado. Se insta a la población a tomar medidas de autoprotección ante la persistencia de las precipitaciones.

En San Luis Potosí, la imprudencia se sumó al caos. El conductor de un camión urbano de la Ruta 2, número económico 5803, desafió las advertencias de las autoridades y se adentró en el inundado bulevar Río Españita. El agua invadió la unidad, causando pánico entre los pasajeros, quienes se vieron obligados a subir las piernas a los asientos. Afortunadamente, no hubo heridos, pero el incidente expone la falta de responsabilidad de algunos conductores que ponen en riesgo la vida de los usuarios. Hasta el momento, se desconoce si habrá sanciones para el chofer o el concesionario.

Estas intensas lluvias nos recuerdan la fuerza implacable de la naturaleza y la importancia de la prevención y la responsabilidad individual. Mientras las autoridades trabajan en la atención de las emergencias y en la reconstrucción de las zonas afectadas, la solidaridad y la prudencia se convierten en herramientas esenciales para afrontar los desafíos que nos impone el clima.