La tenacidad del mexicano ante la adversidad se ha vuelto a manifestar, esta vez, a través de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales en la Ciudad de México y el Estado de México. Más allá de la suspensión del servicio de la Línea A del Metro y las complicaciones viales, emerge la capacidad de reinventarse y encontrar soluciones ingeniosas, un rasgo que define el espíritu emprendedor y resiliente de nuestra gente.

Lejos de la resignación, las redes sociales se inundaron, no solo de imágenes de las calles anegadas, sino también de videos que dan testimonio de la creatividad de los mexicanos para sortear las dificultades. Desde hombres arriesgándose al subirse a tráileres en la Calzada Ignacio Zaragoza, hasta el ingenio de quienes, en medio del caos, vieron la oportunidad de ofrecer transporte alternativo y ganarse unos pesos, la historia se teje con hilos de audacia y supervivencia.

La imagen de esos ocho hombres aferrados a un tráiler en movimiento, con la esperanza de llegar a sus trabajos, es una postal que habla de la necesidad y la determinación. Es una muestra palpable de cómo, ante la falta de opciones, la urgencia por cumplir con las responsabilidades empuja a tomar decisiones extremas. Si bien esta acción representa un riesgo considerable, también refleja la precariedad que enfrentan muchos y la importancia del trabajo en sus vidas.

Por otro lado, la suspensión del servicio de la Línea A del Metro, una vía crucial para miles de personas, no solo generó caos vial, sino que también despertó el ingenio de algunos. La solidaridad y el espíritu emprendedor se hicieron presentes en la figura de aquellos que, aprovechando la situación, ofrecieron traslado en microbuses y triciclos, convirtiendo la adversidad en una oportunidad.

El contraste entre la desesperación de quienes quedaron varados y la iniciativa de quienes ofrecieron soluciones es significativo. Mientras algunos lamentaban las inundaciones y la falta de transporte, otros veían en esa misma situación la posibilidad de ayudar y, al mismo tiempo, generar ingresos. Es la dualidad de la crisis: por un lado, la vulnerabilidad expuesta; por el otro, la capacidad de adaptación y la fuerza para sobreponerse.

La frase "Los que se van a mojar, camínenle por en medio", resonó en redes sociales, no solo por su tono directo y coloquial, sino también por representar la crudeza de la realidad que muchos enfrentan a diario. Esa invitación a "caminar por en medio" del agua estancada es una metáfora de la vida misma: a veces, hay que sumergirse en las dificultades para poder superarlas.

Las reacciones en TikTok, desde la ironía hasta la admiración, reflejan la diversidad de opiniones que genera este tipo de situaciones. Algunos celebraron la "oportunidad laboral" creada por la lluvia, mientras que otros cuestionaron la falta de planificación urbana que provoca estas inundaciones recurrentes.

En definitiva, las inundaciones en la Ciudad de México y el Estado de México nos muestran, una vez más, la resiliencia del mexicano, su capacidad de adaptarse a las circunstancias y encontrar soluciones creativas ante la adversidad. Es una lección de ingenio, solidaridad y emprendimiento que se escribe en las calles inundadas y se viraliza en las redes sociales. Es la historia de un pueblo que, a pesar de las dificultades, siempre encuentra la manera de salir adelante.