La eterna juventud, un anhelo perseguido por siglos, parece haber encontrado un peculiar aliado en la figura del reconocido actor Sebastián Ligarde. A sus 72 años, el galán de telenovelas como "Quinceañera" y "Primer Amor", deslumbra con una apariencia que desafía el paso del tiempo, atribuyendo su secreto a una práctica tan antigua como controvertida: la orinoterapia.

Lejos de los tratamientos estéticos y las cremas rejuvenecedoras, Ligarde asegura haber encontrado en su propia orina la fuente de la eterna lozanía. Más de cuatro décadas lleva el actor aplicando este método, convencido de sus propiedades humectantes y regeneradoras, gracias a la urea, componente principal de la orina.

"En mi rostro no hay ninguna cirugía, no hay bótox, no hay nada", afirma con rotundidad. "No me pongo crema hace 20 años, ni la más cara ni la más barata". Su testimonio, compartido en una reveladora entrevista con Matilde Obregón, ha generado un torbellino de reacciones, entre la incredulidad y la curiosidad.

El actor relata cómo en la década de los 80, una colega le introdujo en el mundo de la orinoterapia a través de un libro que detallaba sus supuestos beneficios. Desde entonces, la orina se convirtió en su ritual diario de belleza, un elixir de juventud que, según él, le ha permitido mantener un cutis envidiable sin necesidad de recurrir a intervenciones artificiales.

Ligarde desmitifica el posible olor desagradable, asegurando que es apenas perceptible durante los primeros minutos y que no requiere enjuague posterior, permitiendo que la urea actúe durante todo el día. "No huele", insiste. "Los primeros cinco minutos, puede que te llegue un pequeño olor, pero no pasa nada".

Sin embargo, la comunidad científica se mantiene escéptica ante las afirmaciones del actor. A pesar del creciente interés en la orinoterapia por parte de algunos sectores, no existen estudios científicos que avalen su eficacia como tratamiento cosmético. Si bien la Biblioteca Digital de Medicina Tradicional Mexicana de la UNAM reconoce el uso histórico de la orina en la cultura mexica para tratar diversas afecciones, sus propiedades se limitan a su uso como antiséptico, hemostático y antiinflamatorio, principalmente en heridas y golpes.

La UNAM documenta cómo en la antigua terapéutica mexica se utilizaba la orina para tratar desde la caspa y las ámpulas en la cabeza, hasta las infecciones de los oídos y los golpes internos. No obstante, no hay evidencia científica que respalde su uso para rejuvenecer la piel o retrasar el envejecimiento.

La revelación de Sebastián Ligarde ha reabierto el debate sobre la orinoterapia, una práctica milenaria rodeada de mitos y controversias. Mientras algunos la defienden como un remedio natural y eficaz, la ciencia exige pruebas contundentes antes de validar sus supuestos beneficios. Lo cierto es que la apariencia juvenil del actor a sus 72 años, continúa despertando la fascinación del público, convirtiendo su secreto de belleza en un tema de conversación ineludible.