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4 de junio de 2025 a las 02:05

Colágeno natural: La receta de Josh Axe

El caldo de huesos, un elixir ancestral redescubierto por la ciencia moderna, se posiciona como una fuente natural de colágeno, vital para la salud y el bienestar. Mucho más que una simple sopa, este caldo, alabado por expertos en nutrición funcional como Josh Axe, ofrece una sinergia de nutrientes que impactan positivamente en diversos sistemas del organismo. Su preparación, aunque sencilla, requiere paciencia y dedicación, simulando los métodos tradicionales que permitían extraer al máximo las propiedades de los huesos y tejidos animales. La cocción lenta, a fuego bajo durante horas, incluso días, es la clave para liberar el tesoro nutricional que se esconde en su interior: colágeno, aminoácidos, minerales y otros compuestos bioactivos que actúan en conjunto para promover la regeneración y el equilibrio interno.

Pero, ¿qué hace tan especial al colágeno presente en el caldo de huesos? Este nutriente, esencial para la estructura y función de tejidos conectivos como la piel, los cartílagos y los tendones, se ve disminuido con la edad y el estrés oxidativo. El caldo de huesos, al ser rico en colágeno biodisponible, ofrece una forma natural de reponer estas reservas, contribuyendo a la salud articular, la elasticidad de la piel y la fortaleza del sistema digestivo.

Imagine poder disfrutar de articulaciones flexibles y sin dolor, moverse con libertad y disfrutar de una vida activa sin limitaciones. El colágeno presente en el caldo de huesos actúa como un bálsamo para las articulaciones, reparando el cartílago dañado y mejorando la lubricación, lo que se traduce en una mayor movilidad y una disminución de las molestias. Para quienes sufren de artritis, osteoartritis u otras afecciones articulares, este caldo puede ser un gran aliado en el manejo de los síntomas.

Más allá de las articulaciones, el caldo de huesos también beneficia la salud digestiva. La gelatina, un componente derivado del colágeno, actúa como un protector del revestimiento intestinal, reparando las microlesiones y fortaleciendo la barrera intestinal. Esto es especialmente relevante para personas con intestino permeable o síndrome del intestino irritable, ya que ayuda a reducir la inflamación y mejorar la absorción de nutrientes.

Y si hablamos de belleza, el caldo de huesos se convierte en un auténtico elixir de juventud. El colágeno, responsable de la firmeza y elasticidad de la piel, ayuda a combatir los signos del envejecimiento, reduciendo la aparición de arrugas, mejorando la hidratación y promoviendo una apariencia más joven y radiante. Olvídate de costosas cremas y tratamientos, la belleza comienza desde adentro con una alimentación rica en nutrientes como los que aporta el caldo de huesos.

Además de estos beneficios, el caldo de huesos también fortalece el sistema inmunológico. Al mejorar la salud intestinal, donde reside la mayor parte del sistema inmunitario, se optimiza la capacidad del cuerpo para defenderse de agentes patógenos. Un intestino sano es sinónimo de un sistema inmune fuerte y preparado para combatir enfermedades.

Preparar caldo de huesos en casa es más sencillo de lo que parece. Basta con conseguir huesos de animales de calidad, preferiblemente orgánicos y de pastoreo, y cocinarlos a fuego lento con agua, vinagre de manzana y vegetales aromáticos. El vinagre ayuda a extraer los minerales de los huesos, enriqueciendo aún más el caldo. Una vez listo, se puede consumir solo, como base para sopas y guisos, o incluso añadirlo a batidos y smoothies. Integrar este superalimento a la dieta es una inversión en salud y bienestar a largo plazo.

Fuente: El Heraldo de México