La tensión se palpa en el aire. La Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) ha decidido no acudir a la cita con la Secretaría de Gobernación (SEGOB). El encuentro, programado para hoy a las 11:00 horas, queda en suspenso, dejando un manto de incertidumbre sobre el futuro de las negociaciones. Si bien se espera que el diálogo se reanude mañana, 4 de junio, la decisión final recae en las bases movilizadoras, quienes tienen la última palabra. Este compás de espera se convierte en un hervidero de conjeturas y análisis, alimentando la expectativa sobre el rumbo que tomará el conflicto magisterial.

La CNTE se ha enfrascado en una serie de reuniones internas con sus secciones. El objetivo: informar sobre el estado actual de las negociaciones con la Comisión Nacional Única Negociadora (CNUN). Se busca la unidad, el consenso, la fuerza de un colectivo que lucha por sus derechos. Cada sección, cada voz, se convierte en una pieza clave de un rompecabezas complejo que define el futuro de la educación en México. La información fluye, se debate, se analiza, buscando la mejor estrategia para alcanzar sus objetivos.

La tarde se presenta crucial. Se prevé que esta noche se reinstale la Asamblea Nacional Representativa, el órgano encargado de definir las acciones a seguir. En este espacio, las diferentes voces de la CNTE convergerán para trazar la ruta de las manifestaciones y protestas. Se esperan debates intensos, análisis profundos y decisiones que marcarán el pulso del movimiento magisterial. La Asamblea Nacional Representativa se convierte en el epicentro de la lucha, el lugar donde se forja el futuro de la CNTE.

Mientras tanto, en la sede del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), ubicada en Avenida Insurgentes Centro número 98, colonia Tabacalera, alcaldía Cuauhtémoc, el Comité Ejecutivo de la Sección XXII de la CNTE celebra su Asamblea Estatal Permanente. Desde las 10:50 de la mañana, los maestros debaten, analizan y proponen estrategias. La Sección XXII, conocida por su combatividad y su firmeza en la defensa de los derechos de los trabajadores de la educación, se convierte en un actor clave en este escenario. Su postura, sus decisiones, tendrán un peso significativo en el desarrollo del conflicto.

A pesar de la expectativa y la tensión, las inmediaciones de la SEGOB se mantienen en calma. El tránsito fluye con normalidad, sin la presencia de maestros. La ausencia física no se traduce en pasividad. La CNTE, desde sus diferentes espacios de deliberación, prepara sus próximas acciones. La calma que precede a la tormenta. Una calma que, sin duda, augura la llegada de nuevas movilizaciones, nuevas protestas, nuevas demandas en la lucha por una educación digna y justa.

El futuro del diálogo entre la CNTE y la SEGOB se mantiene incierto. La decisión de no asistir a la reunión de hoy añade un nuevo capítulo a un conflicto que se prolonga en el tiempo. La expectativa crece, la tensión aumenta, mientras las bases movilizadoras y la Asamblea Nacional Representativa se preparan para definir el próximo capítulo de esta historia. Una historia que, sin duda, seguirá marcando el rumbo de la educación en México.