La sombra del sarampión se extiende sobre México, alcanzando la cifra de 1,926 casos confirmados en la semana epidemiológica número 22 del 2025. Una realidad preocupante que nos obliga a mirar con atención la emergencia sanitaria que se desarrolla, principalmente, en el norte del país. Chihuahua se erige como el epicentro de este brote, con la abrumadora cantidad de 1,803 personas contagiadas, una cifra que exige acciones inmediatas y contundentes. Sonora, con 52 casos, también se encuentra bajo la lupa de las autoridades sanitarias.

Ante este panorama, la voz del Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Ramiro López Elizalde, resonó con fuerza en la Mañanera del 3 de junio, presidida por Claudia Sheinbaum. En sus palabras, un llamado a la calma y a la acción: "La buena noticia es que esta enfermedad se puede prevenir al vacunarse, por eso invitamos a la población que lo haga". Una declaración que subraya la importancia crucial de la vacunación como escudo protector contra el sarampión, una enfermedad altamente contagiosa que puede tener consecuencias graves, especialmente en niños pequeños y personas con sistemas inmunológicos comprometidos.

El mensaje del Subsecretario no se limita a la prevención. Detrás de sus palabras, se vislumbra una estrategia integral, un plan de acción meticulosamente trazado por un grupo interinstitucional de expertos. Un frente unido que trabaja incansablemente para contener el brote y proteger la salud de la población. "Desde que se notificaron los primeros casos de sarampión en México nos dimos a la tarea todas las instituciones del sector salud conjuntamente con un grupo de expertos a buscar la estrategia para combatir el brote", afirmó López Elizalde, dejando en claro la seriedad y el compromiso con el que se está abordando esta situación.

El plan, según detalló el Subsecretario, se basa en un sólido fundamento científico y metodológico. Un enfoque riguroso que incluye medidas de control, el establecimiento de cercos epidemiológicos y, fundamentalmente, el bloqueo vacunal. Una estrategia que busca no solo tratar los casos existentes, sino también prevenir la propagación del virus y proteger a las comunidades más vulnerables.

La lucha contra el sarampión no es exclusiva de México. El virus no conoce fronteras y se extiende por diversos rincones del planeta. Países como Yemen, India, Pakistán, Canadá y Estados Unidos también enfrentan la batalla contra esta enfermedad, registrando incluso mayor incidencia que nuestro país. Esta realidad global nos recuerda la importancia de la cooperación internacional y el intercambio de conocimientos para fortalecer las estrategias de prevención y control.

La vacunación se presenta como la herramienta más eficaz para protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos. No solo nos blinda contra el sarampión, sino que también contribuye a la inmunidad colectiva, protegiendo a aquellos que, por diversas razones, no pueden vacunarse. Acudir a los centros de salud y completar los esquemas de vacunación es un acto de responsabilidad individual y social, un paso fundamental para construir un futuro más saludable para todos.

El sarampión es un reto, pero no una batalla perdida. Con información, prevención y acción coordinada, podemos detener su avance y proteger la salud de nuestra población. La vacunación es nuestra mejor arma, un escudo protector que nos permitirá enfrentar este desafío con la certeza de que estamos construyendo un México más sano y seguro para las futuras generaciones.