La llegada de la onda tropical número 2, aunada a la persistente vaguada monzónica, pinta un panorama lluvioso para al menos 16 entidades del país, según advierte el Servicio Meteorológico Nacional (SMN). Prepárense, porque esta combinación meteorológica promete descargar importantes volúmenes de agua en los próximos días, incrementando el riesgo de inundaciones y deslaves.

Desde el miércoles 4 de junio, la onda tropical comenzará su recorrido por el sureste mexicano, interactuando con un canal de baja presión sobre la península de Yucatán. Imaginen la fuerza de la naturaleza: una masa de aire húmedo y cálido chocando con un sistema de baja presión, generando nubes cargadas de lluvia que descargarán su contenido sobre la región. Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, prepárense para la llegada de estas precipitaciones, que se prevén intensas en algunas zonas.

El jueves, el sistema continuará su avance hacia las costas de Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michoacán. La vaguada monzónica, como un compañero inseparable, acompañará a la onda tropical, intensificando las lluvias en estas entidades. Es vital que las autoridades locales y la población en general estén atentas a los comunicados del SMN y tomen las precauciones necesarias.

Pero no se trata solo de la cantidad de lluvia, sino también de su intensidad. El SMN advierte sobre la posibilidad de lluvias torrenciales, acompañadas de descargas eléctricas y caída de granizo. Este tipo de precipitaciones, si bien necesarias para la agricultura y los ecosistemas, pueden representar un peligro para la población si no se toman las medidas adecuadas. Evitar zonas bajas propensas a inundaciones, asegurar objetos que puedan ser arrastrados por la corriente y resguardarse de las tormentas eléctricas son acciones cruciales para minimizar los riesgos.

El incremento en los niveles de ríos y arroyos es otra de las consecuencias previsibles de estas lluvias. Las autoridades deben monitorear constantemente los caudales y alertar a la población ante cualquier riesgo de desbordamiento. Asimismo, se recomienda a la población evitar cruzar ríos y arroyos crecidos, ya que la fuerza del agua puede ser engañosa y arrastrar a personas y vehículos.

Las zonas montañosas son particularmente vulnerables a los deslaves. La combinación de lluvias intensas y terrenos inestables puede provocar deslizamientos de tierra que pongan en riesgo a las comunidades cercanas. Es fundamental que las autoridades implementen medidas preventivas y que la población esté alerta ante cualquier señal de peligro, como grietas en el terreno o ruidos inusuales.

Finalmente, los encharcamientos e inundaciones en zonas bajas son un problema recurrente durante la temporada de lluvias. Un sistema de drenaje eficiente es clave para evitar estas situaciones, pero también es importante que la población colabore evitando tirar basura en las calles y manteniendo limpios los desagües.

En resumen, la combinación de la onda tropical número 2 y la vaguada monzónica representa un desafío para diversas entidades del país. La información oportuna y la preparación adecuada son las mejores herramientas para enfrentar este fenómeno meteorológico y minimizar sus impactos negativos. Manténganse informados, sigan las recomendaciones de las autoridades y, sobre todo, ¡cuídense!