El pasado domingo, México vivió una jornada histórica. Millones de ciudadanos, alrededor de 13 millones según las cifras preliminares, acudieron a las urnas para ejercer un derecho inédito: elegir directamente a los jueces, ministros y magistrados que impartirán justicia en el país. Un hecho sin precedentes que, en palabras de la secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, representa una victoria contundente para la democracia mexicana.

La participación ciudadana, aunque moderada en términos porcentuales, simboliza un paso crucial en la consolidación de un sistema judicial más transparente y cercano a la gente. El rango de participación, estimado entre el 12.57% y el 13.32% por la consejera presidenta del INE, Guadalupe Taddei, supera significativamente la registrada en ejercicios democráticos previos, como la consulta popular sobre el juicio a expresidentes, donde la participación apenas rozó el 7%. Esto demuestra un creciente interés de la ciudadanía por involucrarse en la construcción de un Poder Judicial más representativo y legítimo.

La jornada electoral, desarrollada en un clima de paz y tranquilidad, fue calificada como "ejemplar" por la secretaria Rodríguez. Un logro que se atribuye no solo a la organización y logística del proceso, sino también al compromiso cívico de los mexicanos. Ciudadanos que, motivados por la importancia de la elección, se dedicaron a estudiar las propuestas de los candidatos, a informarse sobre sus trayectorias y a reflexionar sobre el impacto de sus decisiones en el futuro del país. Un ejercicio de análisis y conciencia que, sin duda, enriqueció el debate democrático y fortaleció la legitimidad del proceso.

La elección de más de 2,600 cargos judiciales, entre federales y estatales, marca un hito en la historia de México. Un proceso que, como lo destacó la Consejera Jurídica de la Presidencia, Ernestina Godoy, es el resultado de un largo camino iniciado con la iniciativa presentada por el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador en febrero de 2024. Una iniciativa que buscaba transformar la forma en que se seleccionan a los encargados de impartir justicia, abriendo las puertas a una mayor participación ciudadana y a una mayor transparencia en el proceso.

En los próximos días, se darán a conocer los nombres de los ganadores. Hombres y mujeres que tendrán la responsabilidad de administrar justicia con imparcialidad, protegiendo los derechos de todos los mexicanos, sin importar su condición social, económica o geográfica. La justicia, como lo enfatizó la secretaria Rodríguez, es un asunto del pueblo. Un derecho fundamental que debe ser accesible para todos, desde el más rico hasta el más pobre, desde el que vive en el norte hasta el que vive en el sur. Esta elección histórica, representa un paso firme en esa dirección, hacia una justicia más cercana, más transparente y más democrática. Un triunfo no solo para las instituciones, sino para la sociedad mexicana en su conjunto.