La estabilidad en el precio de la gasolina se ha convertido en un tema central para la economía familiar mexicana. El procurador Federal del Consumidor, César Iván Escalante Ruiz, ha confirmado que el precio promedio del litro de gasolina regular se mantiene en 23.59 centavos, una cifra que, si bien no representa una baja significativa, sí refleja un esfuerzo por contener los incrementos que impactan directamente en el bolsillo de los consumidores.

Un análisis comparativo a lo largo de una década, de 2016 a 2025, revela un dato alentador: el porcentaje del ingreso familiar destinado a la compra de gasolina ha disminuido considerablemente. Escalante Ruiz explicó que mientras que en mayo de 2016 las familias mexicanas destinaban un 29.2% de sus ingresos a la adquisición de combustible, en mayo de 2025 este porcentaje se ha reducido al 13.7%. Para ilustrarlo de manera más tangible, el procurador puso un ejemplo: si una familia ganaba mil pesos en 2016, aproximadamente 300 pesos se destinaban a la gasolina. En contraste, en mayo de 2025, con el mismo ingreso, el gasto en combustible sería de alrededor de 137 pesos. Esta disminución representa un alivio significativo para las familias, liberando recursos que pueden destinarse a otras necesidades básicas.

Este logro, según se ha indicado, se debe en parte al incremento sostenido del salario mínimo desde 2018, aunado a una política de control en el precio de la gasolina, evitando fluctuaciones drásticas al alza. Sin embargo, la lucha contra los precios abusivos continúa. El monitoreo semanal de las estaciones de servicio revela una disparidad en los precios y márgenes de ganancia. Mientras que algunas estaciones, como una de Pemex en la Alcaldía Miguel Hidalgo, ofrecen precios competitivos de 23.19 pesos por litro, con márgenes de ganancia que no exceden los dos pesos, otras incurren en prácticas que perjudican al consumidor.

El procurador señaló como ejemplo una estación de Terralite en Guachochi, Chihuahua, donde el litro de gasolina regular se vende a 25.59 pesos, con un margen de ganancia de 3.29 pesos. Estas diferencias, que pueden parecer mínimas a simple vista, representan un sobreprecio considerable para los consumidores, especialmente para aquellos que dependen del automóvil para sus actividades diarias. La PROFECO continúa trabajando en la identificación y sanción de estas prácticas, con el objetivo de garantizar un mercado justo y transparente para todos los mexicanos. La invitación a la ciudadanía es a mantenerse informada y a denunciar cualquier irregularidad en los precios del combustible, contribuyendo así a la construcción de un mercado más equitativo. Además, se recomienda a los consumidores comparar precios en diferentes estaciones de servicio, privilegiando aquellas que ofrecen precios justos y contribuyen a la economía familiar. La transparencia en la información y la participación ciudadana son fundamentales para lograr un mercado competitivo y en beneficio de todos.