El ambiente era eléctrico. Las luces de las cámaras destellaban sin cesar, iluminando los rostros expectantes en la sala de prensa. Luisa María Alcalde, presidenta de Morena, se posicionó frente al micrófono, una sonrisa apenas contenida dibujándose en su rostro. Tras una jornada electoral intensa, el cierre de casillas en Durango había traído consigo un panorama alentador para el partido guinda. El aire vibraba con la anticipación de un anuncio que ya se presentía histórico.

“Hoy, Durango ha hablado”, comenzó Alcalde Luján, su voz resonando con firmeza en el recinto. “Los ciudadanos han depositado su confianza en un proyecto de transformación, en un futuro de esperanza. Y los resultados, aún preliminares, nos llenan de orgullo y ratifican el avance contundente de nuestro movimiento.”

La cifra resonó en la sala: 22 de los 39 municipios en disputa, según las encuestas de salida, pintarían de guinda el mapa duranguense. Un número que no solo representaba una victoria numérica, sino un cambio en el panorama político del estado. Gómez Palacio, la segunda ciudad más importante de Durango, un bastión históricamente priista, se vislumbraba como uno de los trofeos más significativos de la jornada. La estratégica ubicación de este municipio, clave en la dinámica de la Comarca Lagunera, le otorgaba a este triunfo un peso aún mayor.

Alcalde Luján continuó desgranando los resultados, mencionando triunfos en municipios como Canelas y Guadalupe Victoria, cada nombre pronunciado con la convicción de quien ve materializarse el fruto de un arduo trabajo. “No se trata solo de ganar elecciones,” enfatizó, “se trata de construir un futuro mejor para Durango, de la mano de la gente. Un futuro donde la justicia social, la honestidad y el progreso sean los pilares de nuestro gobierno.”

La presidenta de Morena hizo hincapié en que estos resultados, si bien alentadores, representaban apenas el inicio de un nuevo capítulo para Durango. “El verdadero trabajo comienza ahora”, afirmó. “Asumimos este compromiso con la responsabilidad que merece, conscientes de la enorme tarea que tenemos por delante. Gobernaremos para todos, escuchando las necesidades de cada comunidad y trabajando incansablemente para cumplir las promesas que hemos hecho.”

Las preguntas de los periodistas no se hicieron esperar, interrogantes sobre las estrategias implementadas, los retos a futuro y la composición de los nuevos gobiernos municipales. Alcalde Luján respondió con solvencia, reiterando el compromiso de transparencia y diálogo que caracterizaría a la nueva administración.

El cierre de la conferencia de prensa dejó una sensación de optimismo palpable. Si bien los resultados oficiales aún estaban por confirmarse, la tendencia era clara. Un nuevo viento soplaba en Durango, un viento de cambio que prometía transformar el panorama político y social del estado. La noche electoral dejaba tras de sí la promesa de un nuevo amanecer, un amanecer guinda. La información, aún en desarrollo, apuntaba hacia un futuro lleno de desafíos, pero también de esperanza. Durango había hablado, y su voz resonaba con fuerza.