La sombra de la duda se cierne sobre la reciente elección judicial. Las palabras de Juan Ignacio Zavala, diputado de Movimiento Ciudadano ante el INE, resuenan con fuerza al calificar el proceso como una "farsa" que atenta contra el Estado de derecho. Sus acusaciones no son triviales: compra de senadores de la oposición, presiones a ministros de la Suprema Corte y un proceso de evaluación legislativa turbio y apresurado, con miles de nombres presentados con apenas horas de antelación para su votación. Un escenario que, según Zavala, se resume en un simple y contundente "cochinero".

La baja participación ciudadana, menos del 13% del padrón electoral, se presenta como un termómetro del descontento popular. No se trata, argumenta Zavala, de una apatía generalizada hacia los procesos democráticos, sino de un rechazo específico a la naturaleza misma de esta reforma. La ciudadanía, hastiada de la politiquería, demanda soluciones concretas a los problemas de justicia que aquejan al país, no una reorganización del Poder Judicial que se percibe como un juego de poder. ¿Es esta baja participación un síntoma de la desconexión entre la clase política y las necesidades reales de la población?

Movimiento Ciudadano, según las palabras de su diputado, se presenta como una alternativa con propuestas claras y concretas, como la agilización y simplificación del proceso de amparo. Zavala critica las reformas judiciales de 2022 y 2024, acusando a los partidos impulsores de no tomar en serio la justicia del país y de utilizar estas reformas como un instrumento para controlar el Poder Judicial. ¿Se trata de una búsqueda legítima de mejoras al sistema o de una maniobra política para consolidar el poder?

El diputado no se limita a la crítica, sino que destaca el avance de Movimiento Ciudadano en estados como Durango y Veracruz, donde se consolida como la segunda fuerza política. Un dato que, según Zavala, confirma el crecimiento del partido en territorios tradicionalmente gobernados por el PRI, PAN y Morena. ¿Representa Movimiento Ciudadano una verdadera alternativa al tripartidismo tradicional? ¿Podrá capitalizar el descontento ciudadano y traducirlo en un mayor respaldo electoral?

El debate está abierto. Las acusaciones de Zavala exigen una respuesta y una profunda reflexión sobre el estado de la justicia en México. La ciudadanía, expectante, observa el desarrollo de los acontecimientos y demanda transparencia y acciones concretas que aborden los problemas de fondo. ¿Serán escuchadas estas demandas? ¿Se investigarán las acusaciones de irregularidades en el proceso de elección judicial? El futuro del Poder Judicial y, en última instancia, del Estado de derecho en México, depende de las respuestas a estas preguntas.