La jornada electoral en Durango ha generado un debate en torno a su calificación. Mientras el presidente del IEPC, Roberto Herrera Hernández, la considera "exitosa" destacando la instalación de la mayoría de las casillas y la atención a incidentes menores, representantes de partidos políticos como el Verde Ecologista, a través de Francisco Solórzano, la cuestionan debido a incidentes violentos como el ataque al equipo de la candidata Ángela Rojas en Canatlán. Esta divergencia de opiniones nos invita a analizar en profundidad la situación.

Por un lado, la perspectiva del IEPC se centra en la logística y el cumplimiento del proceso. Se resalta la participación ciudadana y el hecho de que, a pesar de algunos inconvenientes, la gran mayoría de las casillas operaron con normalidad. Es importante reconocer el esfuerzo de las autoridades electorales por garantizar el ejercicio del voto en un contexto complejo. La puesta en marcha del PREP, con actualizaciones constantes, también contribuye a la transparencia del proceso y permite a la ciudadanía seguir el desarrollo del conteo de votos.

Sin embargo, la denuncia del Partido Verde Ecologista no puede ser ignorada. El ataque armado contra el equipo de una candidata es un hecho grave que empaña la jornada electoral y pone en entredicho la seguridad del proceso. Es fundamental que las autoridades investiguen a fondo este incidente y se deslinden responsabilidades. La violencia política no puede ser tolerada y es necesario garantizar la integridad de todos los participantes en la contienda electoral.

Más allá de las declaraciones oficiales, es importante escuchar las voces de la ciudadanía duranguense. ¿Cómo percibieron la jornada electoral? ¿Se sintieron seguros al acudir a las urnas? ¿Confían en la transparencia del proceso? Estas preguntas son cruciales para evaluar la verdadera situación y construir un sistema electoral más sólido y confiable.

El contraste entre la versión "exitosa" del IEPC y la denuncia del Partido Verde Ecologista pone de manifiesto la complejidad del panorama electoral en Durango. Es necesario ir más allá de las cifras y las declaraciones oficiales para comprender la realidad que viven los ciudadanos y las ciudadanas. La participación ciudadana, la transparencia en el proceso y la seguridad de los candidatos son pilares fundamentales para la democracia. El futuro de Durango depende de la capacidad de las autoridades y de la sociedad en su conjunto para construir un sistema electoral que garantice estos principios. La jornada electoral de este domingo es un llamado a la reflexión y a la acción para fortalecer la democracia en la entidad. Los resultados finales, más allá de los números, deberán reflejar la voluntad popular expresada en las urnas con libertad y seguridad. El análisis de los incidentes reportados y las investigaciones correspondientes serán cruciales para garantizar la legitimidad del proceso y la confianza de la ciudadanía en las instituciones.