Un cambio de paradigma se respira en Yucatán. La histórica instalación del Comité Estatal de la Diversidad Sexual, impulsada por el gobernador Joaquín Díaz Mena, no es solo un acto simbólico, sino la promesa tangible de un futuro más inclusivo. Desde el corazón mismo del poder, Palacio de Gobierno, se ha abierto un espacio no solo para escuchar, sino para construir, junto a la comunidad LGBTQ+, las políticas públicas que por tanto tiempo se les han negado. Este no es un comité de adorno, sino un órgano con voz, con agenda y con el compromiso férreo del gobierno de dar seguimiento a sus acciones. Se acabaron las promesas vacías, ahora se trabaja en la transversalización de la perspectiva de diversidad sexual en cada dependencia, en cada programa, tejiendo una red de inclusión que abarque todos los rincones del estado.

La convicción del gobernador Díaz Mena resuena con fuerza: la defensa de los derechos LGBTQ+ no es una tendencia pasajera, ni una bandera ideológica, es un mandato constitucional, un imperativo ético. Es el reconocimiento de que la dignidad humana no se negocia, no se condiciona. Vivir sin miedo, con libertad e igualdad de oportunidades, es un derecho de todos, y este gobierno se ha comprometido a hacerlo realidad. El mensaje es claro: el Renacimiento Maya ve, escucha y camina junto a la comunidad LGBTQ+, saldando una deuda histórica y asumiendo la responsabilidad que le corresponde como Estado.

Este Comité, más que un organismo, es un puente, un canal de comunicación permanente entre el gobierno y la sociedad civil, los colectivos, las juventudes y las comunidades mayas diversas. Es la plataforma para el diálogo constructivo, para la transformación social a través de políticas públicas eficaces, incluyentes y con un enfoque claro en los derechos humanos. Y es que la comunidad LGBTQ+ no es solo parte del presente, sino la semilla del futuro de Yucatán, un futuro que se nutre de su aporte, su talento, su lucha incansable y su alegría. Un Yucatán de colores, un Yucatán para todos, todas y todes.

El respaldo de la presidenta Claudia Sheinbaum al proyecto de transformación en Yucatán añade aún más peso a esta iniciativa. El reconocimiento de activistas como Michelle Kuuk Poot, quien celebra este hito como un paso fundamental para la visibilización y la inclusión de la comunidad, confirma la importancia de este avance. Sus palabras resonan con la fuerza de quienes han luchado por ser escuchados, por ser reconocidos como protagonistas de su propio destino.

El Secretario de las Juventudes, Alan Padrón Albornoz, lo define como un reflejo del espíritu transformador de la Cuarta Transformación y el Renacimiento Maya, un testimonio de la justicia social que se construye día a día. Este Comité, consultivo, plural y participativo, representa a más de 15 mil personas en Yucatán y se erige como el motor que impulsará la construcción de un estado seguro, libre de discriminación.

La iluminación de Palacio de Gobierno con los colores de la bandera de la diversidad es más que un gesto simbólico, es la imagen de un Yucatán que avanza con paso firme hacia la justicia, la igualdad y la libertad para todos, todas y todes. Es un faro de esperanza que ilumina el camino hacia un futuro donde la diversidad se celebra y se respeta en cada rincón del estado.