La tranquilidad en la mesa se ha visto nuevamente perturbada. Una sombra de incertidumbre se cierne sobre las despensas de Utah, y la alarma se extiende con la velocidad de un clic. Por segunda vez en pocos meses, la reconocida marca de galletas New Grains Gluten Free Bakery se encuentra en el ojo del huracán, obligada a retirar del mercado varios de sus productos estrella. No se trata de una simple corrección, sino de una alerta de “Clase I”, la máxima categoría de riesgo emitida por la FDA, la cual presagia consecuencias que podrían ser devastadoras para la salud, llegando incluso a la fatalidad.

Imaginen la escena: una familia reunida alrededor de la mesa, disfrutando de lo que creen son unas galletas “libres de gluten”, una opción aparentemente segura y saludable. Sin embargo, tras esa fachada de inocencia se esconde un peligro invisible, una amenaza silenciosa para aquellos con alergias alimentarias. Leche, huevo y soya, ingredientes no declarados en el etiquetado, se convierten en potenciales detonantes de reacciones adversas. Desde molestias leves hasta la angustia de un choque anafiláctico, el espectro de consecuencias es amplio y aterrador, especialmente considerando la rapidez con la que una reacción alérgica severa puede escalar hacia un desenlace fatal.

La lista de productos afectados incluye nombres familiares: Chocolate Chip, Frosted Sugar, Coconut Macaroon y Brownie Chocolate Chip, todas presentadas en bolsas transparentes de seis u ocho unidades. Si bien la distribución se limitó al estado de Utah, la incertidumbre persiste. ¿Cuántas de estas bolsas se esconden aún en las alacenas, esperando ser abiertas? La FDA insta a la prudencia, a la revisión minuciosa de las etiquetas y a la abstención del consumo. La seguridad, en este caso, no admite medias tintas.

La empresa atribuye el error a fallas técnicas en el proceso de impresión, un argumento que, si bien puede explicar la ilegibilidad de las advertencias sobre alérgenos, no mitiga la gravedad de la situación. La ausencia de códigos de lote y fechas de producción claras agrava aún más el problema, dificultando la identificación de los productos comprometidos y sembrando la duda en la mente del consumidor. ¿Cómo confiar en una marca que, por segunda vez en un corto periodo, falla en algo tan fundamental como la correcta identificación de sus productos?

Este incidente resuena con el anterior retiro de productos de New Grains Gluten Free Bakery a principios de mayo, cuando pan, bagels y crutones fueron retirados del mercado por la misma razón: la presencia no declarada de alérgenos. Un patrón preocupante que plantea interrogantes sobre los controles de calidad de la empresa y la seguridad de sus procesos.

¿Qué hacer si usted ha adquirido alguno de estos productos? La FDA es tajante: no los consuma. Devuélvalos al punto de venta y exija un reembolso. New Grains Gluten Free Bakery ha habilitado una línea telefónica para atender las dudas y consultas de los consumidores. Sin embargo, más allá de la compensación económica, queda la sensación de vulnerabilidad, la pérdida de confianza en una marca que prometía seguridad alimentaria y que, en dos ocasiones, ha puesto en riesgo la salud de sus consumidores.

La alerta sigue activa. La sombra de la incertidumbre aún no se disipa. La mesa familiar, un espacio de encuentro y disfrute, se convierte en un escenario potencial de riesgo. La prudencia, la información y la acción responsable son, en este caso, los mejores aliados para proteger nuestra salud y la de nuestros seres queridos.