Veracruz se encuentra en un momento crucial de su historia democrática. Este domingo, no solo se decide el futuro de los 212 ayuntamientos, sino también el rumbo de la justicia en el estado con la elección de 98 cargos judiciales, una elección histórica que marcará un precedente en la entidad. Imaginen la magnitud de la jornada: más de 6 millones de veracruzanos y veracruzanas, la voz del pueblo, tienen en sus manos la posibilidad de transformar su realidad local. Desde las primeras horas del día, miles de ciudadanos se preparan para ejercer su derecho al voto, un derecho ganado con esfuerzo y que hoy se convierte en la herramienta más poderosa para construir el Veracruz que todos anhelamos.

La logística desplegada para esta jornada electoral es impresionante. Piensen en la coordinación que requiere instalar y operar casi 16 mil 500 casillas en todo el territorio estatal, más de 10 mil para la elección municipal y más de 5 mil para la judicial. Un verdadero ejército de la democracia, compuesto por más de 76 mil ciudadanos que integran las mesas directivas de casilla, trabaja incansablemente para garantizar la transparencia y la legitimidad del proceso. A ellos se suman miles de capacitadores, supervisores y elementos de seguridad, todos comprometidos con la celebración de una jornada cívica ejemplar.

Sin embargo, el camino hacia la democracia no ha estado exento de obstáculos. La violencia ha ensombrecido el proceso electoral, dejando una profunda herida en el corazón de Veracruz. El asesinato de candidatos, como el de Yesenia Lara Gutiérrez en Texistepec y Germán Anuar Valencia Delgado en Coxquihui, nos recuerda la fragilidad de la paz y la importancia de redoblar esfuerzos para garantizar la seguridad de todos los participantes en la contienda electoral. Las protestas y denuncias, como la de los militantes del Partido Verde en Acajete por la presunta privación de la libertad de Isaac Hernández Falcón, ponen de manifiesto la tensión y la incertidumbre que se viven en algunos municipios.

A pesar de las adversidades, la democracia en Veracruz se mantiene firme. Los consejos municipales, el INE, el OPLE, todos trabajan en conjunto para que la voz del pueblo se escuche fuerte y clara. La sesión permanente de vigilancia, el despliegue de observadores electorales y la participación ciudadana son la mejor garantía de un proceso transparente y democrático. Incluso las pequeñas dificultades, como el retraso en la instalación de algunas casillas, se han superado gracias al compromiso y la responsabilidad de los funcionarios electorales y la paciencia de los votantes.

Hoy, Veracruz escribe una nueva página en su historia. La participación ciudadana es fundamental para consolidar la democracia y construir un futuro mejor. El llamado es a votar de manera libre, razonada, secreta e informada, a ejercer nuestro derecho con responsabilidad y a confiar en las instituciones que velan por la transparencia del proceso electoral. El futuro de Veracruz está en nuestras manos.