
2 de junio de 2025 a las 02:55
Salgado y Sheinbaum honran a la Marina en Acapulco
El eco de las olas resonaba en el ambiente, un recordatorio constante de la inmensidad del océano y de aquellos que dedican sus vidas a su protección. Acapulco, bañado por el sol y el fervor patriótico, fue testigo de un emotivo homenaje a los hombres y mujeres que conforman la Marina Nacional. Más allá de una simple ceremonia, el Día de la Marina se convirtió en una reafirmación del compromiso con México, con su soberanía y con el futuro que se dibuja en el horizonte marino.
Las palabras de la gobernadora Evelyn Salgado Pineda resonaron con la fuerza del oleaje: un agradecimiento profundo, un reconocimiento a la valentía y la disciplina que caracterizan a la Secretaría de Marina. No solo se celebraron los logros, sino que se honró el sacrificio, la entrega incondicional de quienes han ofrendado su vida en el cumplimiento del deber. La ofrenda floral, depositada en el corazón de la bahía, simbolizó la memoria perenne de estos héroes. Cada pétalo, mecido por las suaves corrientes, representó una vida dedicada al servicio de la nación.
La figura de Claudia Sheinbaum Pardo, presidenta de México, se erigió como un faro de esperanza y solidaridad. Sus palabras, cargadas de emotividad, recordaron a los cadetes América Yamilet Sánchez y Adal Jair Marcos, jóvenes promesas truncadas por la tragedia. Su partida dejó un vacío en la Marina, pero también una lección de entrega y pasión por el servicio. El homenaje se extendió a todas las familias que han perdido a un ser querido en el mar, un abrazo solidario que busca reconfortar el dolor y honrar el legado de quienes ya no están.
El discurso del secretario de Marina, Raymundo Pedro Morales Ángeles, fue un llamado a la acción, una invitación a navegar hacia un futuro próspero. La mar, vista no solo como una frontera, sino como un eje estratégico de desarrollo, una fuente de riquezas y un pilar fundamental para la defensa de la soberanía. Sus palabras, firmes y resonantes, pintaron un horizonte azul lleno de oportunidades, un futuro donde México se reconoce como una nación marítima, con un potencial inmenso por explorar.
Las condecoraciones entregadas, más que simples medallas, representaron el reconocimiento al esfuerzo, a la dedicación y al compromiso inquebrantable. Cada una de ellas narró una historia de sacrificio y superación, un testimonio del valor que reside en el corazón de los marinos mexicanos. Los honores fúnebres, solemnes y respetuosos, sellaron el compromiso de mantener viva la memoria de los caídos, de honrar su legado y de seguir su ejemplo de entrega y patriotismo.
La presencia de altas autoridades civiles, navales y militares, como el titular de la SEDENA, la secretaria de Turismo, el secretario de Relaciones Exteriores, la titular de Semarnat, el titular de la SHCP y la Consejera Jurídica del Ejecutivo Federal, reafirmó la importancia de la Marina Nacional en el contexto del desarrollo del país. Su participación no fue solo un acto protocolario, sino una muestra de unidad, un respaldo al trabajo incansable de quienes protegen las costas y garantizan la soberanía de México.
Este Día de la Marina no fue solo una conmemoración, sino una reafirmación del compromiso con el mar, con su protección y con el futuro que se construye en sus aguas. Un futuro donde la Marina Nacional seguirá siendo un pilar fundamental para el desarrollo y la seguridad de México, un baluarte de honor, deber, lealtad y patriotismo. Un futuro donde el horizonte azul se vislumbra lleno de esperanza y prosperidad.
Fuente: El Heraldo de México