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2 de junio de 2025 a las 02:00

Recupera tu masa muscular después de los 40

La pérdida de masa muscular, un proceso natural conocido como sarcopenia, comienza a hacerse notar alrededor de los 30 años y se acelera significativamente después de los 40. Aunque inevitable, no es un destino inalterable. De hecho, podemos tomar medidas para mitigar sus efectos y mantener una vida activa y saludable por mucho más tiempo. La sarcopenia no se trata simplemente de una cuestión estética, sino que impacta directamente en nuestra calidad de vida, afectando nuestra fuerza, movilidad e incluso nuestra densidad ósea.

Imaginen por un momento la libertad de movimiento que disfrutamos hoy. Subir escaleras sin esfuerzo, cargar las compras del supermercado, jugar con nuestros hijos o nietos. Estas actividades, que a menudo damos por sentadas, dependen en gran medida de nuestra fuerza muscular. La sarcopenia, al disminuir esa fuerza, nos roba paulatinamente esa independencia, haciéndonos más vulnerables a caídas y fracturas. Además, la pérdida de masa muscular está estrechamente ligada a la disminución de la densidad ósea, lo que aumenta considerablemente el riesgo de osteoporosis y fracturas, especialmente en personas mayores.

Afortunadamente, existen estrategias efectivas para combatir la sarcopenia y mantener nuestros músculos fuertes y saludables. El ejercicio físico, especialmente el entrenamiento de fuerza, juega un papel crucial en este proceso. Levantar pesas, utilizar bandas de resistencia o realizar ejercicios que utilicen el peso corporal, como sentadillas y flexiones, estimulan el crecimiento muscular y ayudan a contrarrestar los efectos de la sarcopenia. No se trata de convertirnos en atletas de alto rendimiento, sino de incorporar una rutina de ejercicios adaptada a nuestras necesidades y capacidades.

Pero el ejercicio por sí solo no es suficiente. Una alimentación equilibrada y rica en proteínas es fundamental para proporcionar a nuestros músculos los nutrientes que necesitan para repararse y crecer. Incluir alimentos como carnes magras, pescado, huevos, legumbres y lácteos en nuestra dieta diaria es esencial para mantener una masa muscular óptima. En algunos casos, y siempre bajo supervisión médica, puede ser necesario considerar una suplementación hormonal para contrarrestar los efectos del envejecimiento en la producción de hormonas anabólicas, como la testosterona.

Es importante destacar que la lucha contra la sarcopenia no es una carrera de velocidad, sino una maratón. Requiere constancia, disciplina y un enfoque integral que combine ejercicio, alimentación y, en ciertos casos, intervención médica. No esperemos a que los síntomas de la sarcopenia se manifiesten para tomar acción. Cuanto antes comencemos a cuidar nuestros músculos, mayores serán las probabilidades de mantener nuestra independencia y disfrutar de una vida plena y activa a medida que envejecemos. Consulten con un profesional de la salud o un entrenador personal para diseñar un plan personalizado que se adapte a sus necesidades y les ayude a alcanzar sus objetivos. Recuerden, la fuerza no es solo un atributo físico, sino la llave que nos abre las puertas a una vida independiente y plena.

Más allá de los beneficios físicos, mantener una masa muscular saludable también tiene un impacto positivo en nuestra salud mental y emocional. El ejercicio físico libera endorfinas, neurotransmisores que nos hacen sentir bien y reducen el estrés y la ansiedad. Además, la sensación de logro que se obtiene al superar nuestros propios límites y alcanzar nuestras metas de fitness nos ayuda a fortalecer nuestra autoestima y confianza en nosotros mismos. En definitiva, cuidar nuestros músculos es una inversión en nuestro bienestar integral, que nos permite disfrutar de una vida más plena y saludable en todas sus dimensiones. No lo posterguemos más, ¡empecemos hoy mismo a construir un futuro más fuerte!

Fuente: El Heraldo de México