Monterrey se prepara para la temporada de lluvias con una ofensiva sin precedentes contra la basura y los encharcamientos. La ciudad, consciente de la problemática recurrente que representan las inundaciones, ha redoblado esfuerzos en la limpieza y desasolve de las rejillas pluviales, implementando una estrategia integral que combina tecnología de punta con el incansable trabajo de los equipos de Servicios Públicos.

Los números hablan por sí solos: en las primeras tres semanas de mayo, se ha logrado una limpieza exhaustiva de más de 1,600 rejillas, extrayendo la impresionante cantidad de más de 1,100 toneladas de basura. Imaginen, ¡más de mil toneladas de desechos que podrían haber obstruido el flujo del agua y provocado inundaciones! Esta labor titánica se ha llevado a cabo gracias al uso del hidrojet, una máquina de alta presión que permite una intervención rápida y eficaz, destapando las rejillas y liberando el paso del agua de manera eficiente.

El pasado viernes, la eficiencia del hidrojet se puso de manifiesto una vez más: en una sola jornada, se desazolvaron 53 registros y se retiraron más de 12 toneladas de basura. Este dato no solo refleja la capacidad de la maquinaria, sino también el compromiso de las autoridades por mantener la ciudad limpia y preparada ante las inminentes lluvias.

Sin embargo, la tecnología no lo es todo. Detrás de estos logros se encuentra el esfuerzo incansable de los hombres y mujeres de la Secretaría de Servicios Públicos, quienes complementan la labor del hidrojet con un trabajo manual minucioso. Su dedicación, día tras día, es crucial para garantizar la limpieza de las rejillas y prevenir los encharcamientos que tanto afectan a la movilidad y la seguridad de los regiomontanos.

Un ejemplo palpable de esta labor conjunta se vivió en el cruce de Fidel Velázquez y Copán, donde se extrajo una cantidad considerable de basura que obstruía el sistema de drenaje. Este caso pone de relieve la importancia de la colaboración ciudadana. No basta con la inversión en tecnología y el trabajo de las cuadrillas de limpieza; es fundamental que cada uno de nosotros asuma la responsabilidad de mantener limpias nuestras calles.

El llamado a la comunidad es claro y contundente: evitemos tirar basura en la vía pública. Un simple gesto, como depositar nuestros desechos en los contenedores correspondientes, puede marcar la diferencia entre una ciudad limpia y segura, y una vulnerable a las inundaciones. Cada botella, cada envoltorio, cada residuo que no tiramos al suelo, contribuye a mantener las rejillas libres y a garantizar el correcto flujo del agua.

La lucha contra las inundaciones es una tarea de todos. Las autoridades han dado un paso importante con la implementación de nuevas tecnologías y el refuerzo de las labores de limpieza. Ahora nos toca a nosotros, los ciudadanos, sumarnos a este esfuerzo y contribuir con acciones responsables que nos permitan vivir en una ciudad más limpia, segura y resiliente ante los embates de la naturaleza. Juntos, podemos hacer de Monterrey una ciudad preparada para enfrentar cualquier desafío.