La histórica jornada electoral que vive México se tiñe de un matiz sin precedentes: por primera vez, la voz de las comunidades indígenas resonará en los más altos estrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Este hecho, calificado como histórico por Hugo Aguilar Ortiz, aspirante a ministro de la SCJN y oriundo de la Mixteca Oaxaqueña, marca un hito en la construcción de un país más inclusivo y representativo. Hasta hace apenas dos años, la posibilidad de que una persona proveniente de los pueblos originarios llegara a la SCJN era impensable, un reflejo de la histórica marginalización que han sufrido estos sectores de la población. Hoy, gracias a la apertura democrática y a la creciente conciencia sobre la importancia de la inclusión, el pueblo tiene la posibilidad de elegir a uno de los suyos para ocupar un lugar en este máximo órgano de justicia.

Este proceso electoral no solo es histórico por su representatividad, sino también por su singularidad. A diferencia de otras elecciones, en esta ocasión la ciudadanía tiene la oportunidad de conocer a fondo a los candidatos: sus estudios, su trayectoria, su experiencia y, sobre todo, su visión de futuro para el Poder Judicial. Se trata de una decisión crucial, ya que la SCJN juega un papel fundamental en la vida pública del país, tomando decisiones que impactan directamente en el rumbo de la nación.

Los pueblos indígenas, con su rica historia y su profundo conocimiento ancestral, han contribuido de manera significativa a la construcción de México. A lo largo de las últimas décadas, han luchado incansablemente por el reconocimiento de sus derechos y por una plena inclusión en la vida nacional. Han forjado bagajes conceptuales de gran importancia y han impulsado principios constitucionales que hoy son pilares de nuestra sociedad. Su llegada a la SCJN representa la culminación de un largo proceso de lucha y resistencia, y la promesa de una justicia más plural y equitativa.

La participación ciudadana en esta elección es fundamental. Cada voto cuenta y contribuye a fortalecer la democracia y la representatividad en el Poder Judicial. La figura de Benito Juárez García, uno de los grandes reformadores de México y originario de un pueblo indígena, se erige como un símbolo de la importancia de la inclusión y la participación de todos los sectores de la sociedad en la construcción de un país más justo. Su legado, basado en el federalismo y el estado de derecho, sigue vigente hoy más que nunca, y su voz, aunque silenciosa, resuena en cada uno de los ciudadanos que ejercen su derecho al voto.

La cosmovisión de los pueblos indígenas, con su profundo respeto por la naturaleza y su enfoque comunitario, aportará una perspectiva invaluable a la SCJN. Su participación en este máximo órgano de justicia no solo enriquecerá el debate jurídico, sino que también contribuirá a la construcción de un México más inclusivo, justo y equitativo, donde la voz de todos los mexicanos, sin importar su origen, sea escuchada y respetada. En Oaxaca, con una lista nominal de más de tres millones de ciudadanos, la participación en estas elecciones es crucial para consolidar este histórico avance hacia una justicia más representativa y plural. El futuro de la SCJN, y del país en su conjunto, está en manos de la ciudadanía.