Acapulco, Guerrero, amaneció bajo un cielo gris, presagio quizás de la importancia de la jornada electoral que se desarrollaba. La Gobernadora Evelyn Salgado Pineda, tras ejercer su voto en la casilla básica de la sección 0256, transmitió un mensaje de calma y tranquilidad a la ciudadanía. "La jornada va de manera pacífica", afirmó, palabras que resonaban con la esperanza de un proceso democrático ejemplar. Sin embargo, la naturaleza, ajena a los designios políticos, quiso hacerse presente. Las lluvias, intensas en algunas regiones del estado, como Chilpancingo y la zona Norte, complicaron la instalación de algunas urnas. Un contratiempo que, según la Gobernadora, no empañaría el desarrollo de la jornada. "Ya se están instalando la mayoría", aseguró, con la convicción de quien confía en la capacidad de respuesta de las instituciones.

El puerto de Acapulco, vibrante corazón turístico de Guerrero, mostraba a las 10:00 horas un panorama alentador. La mayoría de las casillas ya estaban operativas, listas para recibir el voto de la ciudadanía. La Costera Miguel Alemán, arteria principal de la ciudad, era testigo del flujo constante de votantes que acudían a las casillas especiales dispuestas para la ocasión. Un escenario que invitaba al optimismo sobre la participación ciudadana. "Espero que sea una gran participación", declaró Salgado Pineda, haciendo hincapié en la importancia de ejercer el derecho al voto. "Hoy tenemos una gran oportunidad histórica", recordó, subrayando el poder que reside en cada credencial de elector, herramienta fundamental para plasmar la voluntad popular en las urnas.

Tras bambalinas, un dispositivo de seguridad sin precedentes velaba por la transparencia y la tranquilidad del proceso electoral. Más de seis mil efectivos, entre Policía Estatal, Ejército Mexicano, Guardia Nacional y Marina, se desplegaban por todo el territorio guerrerense. Una fuerza conjunta, coordinada y vigilante, dispuesta a garantizar el orden y la seguridad de cada uno de los participantes en esta fiesta cívica. "Estuvimos trabajando de manera coordinada", explicó la Gobernadora, destacando la colaboración con las mesas de Construcción de Paz y el vocal ejecutivo del INE para asegurar el transporte seguro de los paquetes electorales. Un esfuerzo conjunto que buscaba blindar el proceso electoral y afianzar la confianza ciudadana en la democracia.

La jornada electoral en Guerrero, a pesar de los desafíos climáticos, se desarrollaba con relativa normalidad. La participación ciudadana, aunque aún era pronto para realizar un balance definitivo, se presentaba prometedora. La lluvia, que en un principio amenazaba con ser un obstáculo, se convertía en un testimonio mudo de la perseverancia de un pueblo decidido a ejercer su derecho al voto. Un derecho, una responsabilidad, una oportunidad para construir el futuro de Guerrero. Las próximas horas serían cruciales para definir el rumbo del estado. La expectativa, la incertidumbre, la esperanza, se mezclaban en el aire, mientras la ciudadanía, voto a voto, escribía una nueva página en la historia de la democracia guerrerense.