
1 de junio de 2025 a las 04:45
Caos en París: PSG campeón, autos en llamas
París, la Ciudad de la Luz, se tiñó de sombras anoche. La euforia desatada por la aparente victoria del PSG en la final de la Champions League se transformó rápidamente en un torbellino de violencia y caos que dejó a su paso un reguero de detenciones, enfrentamientos y destrozos. Lo que debía ser una noche de celebración se convirtió en una batalla campal en las calles de la capital francesa.
La ilusión de la segunda estrella europea, tan anhelada por el club parisino y sus seguidores, se palpaba en el ambiente desde horas antes del encuentro. La atmósfera festiva, cargada de expectativas, se respiraba en cada rincón de la ciudad. Sin embargo, la euforia desmedida de algunos hinchas pronto desbordó los límites de la celebración. Dos goles tempraneros del PSG encendieron la mecha de la violencia. Cientos de aficionados, embriagados por la emoción, se lanzaron a las calles, transformando la alegría en agresividad.
El dispositivo de seguridad desplegado por las autoridades, con más de 5.400 agentes, se vio desbordado por la magnitud de los disturbios. La Plaza de la Estrella, junto al emblemático Arco del Triunfo, se convirtió en el epicentro de los enfrentamientos. Una multitud descontrolada superó las barreras de seguridad, obligando a la policía a recurrir a medidas drásticas, como el uso de cañones de agua, para dispersar a los manifestantes.
Los Campos Elíseos, otra de las arterias principales de la capital, también fue escenario de momentos de alta tensión. Grupos radicales lanzaron proyectiles contra las fuerzas del orden, mientras que otros intentaron incluso acceder al Periférico parisino a pie, una acción temeraria que provocó nuevas intervenciones policiales y más detenciones. El aire se llenó del acre olor a gas lacrimógeno, utilizado en repetidas ocasiones para intentar restablecer el orden.
La cifra de detenidos ascendió a 68 al final de la jornada, un número que refleja la gravedad de los incidentes. La pirotecnia, los materiales incendiarios y los objetos contundentes se convirtieron en las armas de una batalla que empañó la fiesta del fútbol. Las imágenes de los disturbios, que rápidamente se viralizaron en las redes sociales, muestran la magnitud del caos y la violencia desatada.
La expectativa generada por este partido era enorme. El PSG, bajo la batuta de Luis Enrique, disputaba su segunda final en la máxima competición europea. El prometedor inicio del encuentro, con un 2-0 a favor en los primeros veinte minutos, desató una ola de euforia que, lamentablemente, degeneró en violencia en diversos puntos de la ciudad. Un triste contraste que deja un sabor amargo a una noche que prometía ser histórica para el club parisino.
Los incidentes, además, no se limitaron a la capital francesa. En Múnich, donde se disputaba el encuentro, también se registraron altercados protagonizados por seguidores radicales del PSG. En el tren que se dirigía al Allianz Arena, algunos hinchas encendieron bengalas, creando una atmósfera de tensión. Durante los goles del equipo parisino, una nube de humo invadió parte del estadio, dificultando la visibilidad tanto para los jugadores como para los espectadores. Un comportamiento irresponsable que empañó la imagen del club y de sus aficionados. La pregunta que queda en el aire es: ¿a qué precio la victoria? Una reflexión necesaria tras una noche de euforia descontrolada que se transformó en una pesadilla de violencia y caos.
Fuente: El Heraldo de México