La histórica jornada electoral de hoy marca un hito en la democracia mexicana. Por primera vez en la historia de nuestro país, la ciudadanía tiene en sus manos el poder de elegir directamente a quienes impartirán justicia a nivel federal. No se trata de un mero trámite burocrático, sino de un acto trascendental que redefine la relación entre el pueblo y el Poder Judicial. Es la oportunidad de construir, desde la base, un sistema judicial más justo, transparente y representativo de los anhelos de todos los mexicanos.

El gobernador Alejandro Armenta, al ejercer su derecho al voto esta mañana, envió un poderoso mensaje a la nación: la justicia es un asunto de todos. Su presencia en la casilla electoral, acompañado de su familia, no solo simboliza el cumplimiento de un deber cívico, sino también la convicción de que la participación ciudadana es la piedra angular de un auténtico Estado de derecho. Sus palabras resonaron con fuerza al afirmar que “hoy los ciudadanos tomamos las riendas de la justicia en México”. Una frase que encapsula la esencia de esta jornada histórica y que debería resonar en la conciencia de cada mexicano.

La legitimidad de estos comicios, como bien lo señaló el gobernador Armenta, no reside en las decisiones cupulares, sino en la participación masiva del pueblo. Es la voz de millones de mexicanos la que debe resonar en las urnas, eligiendo a los jueces y magistrados que velarán por el cumplimiento de las leyes y la protección de nuestros derechos. Un sistema judicial emanado del pueblo, para el pueblo, es la mejor garantía de una justicia imparcial y accesible para todos. La alternativa, un sistema judicial designado por unos cuantos, corre el riesgo de representar intereses particulares y alejarse de las necesidades reales de la ciudadanía.

La afluencia reportada en las casillas desde tempranas horas es un signo alentador. Refleja el compromiso de los poblanos con la democracia y su deseo de participar activamente en la construcción de un mejor futuro para el país. Sin embargo, es crucial que esta participación se mantenga a lo largo del día, para que el resultado de la elección refleje la voluntad de la mayoría.

El despliegue del operativo de seguridad, coordinado entre las fuerzas federales y estatales, es fundamental para garantizar la tranquilidad y la transparencia del proceso electoral. La presencia del Ejército, la Marina, la Guardia Nacional y la Policía Estatal en los más de 2,100 centros de votación distribuidos en todo el territorio poblano, brinda la confianza necesaria para que los ciudadanos puedan ejercer su derecho al voto con libertad y seguridad.

Este es un llamado a la acción. No dejemos pasar esta oportunidad histórica de transformar nuestro sistema judicial. Acudamos a las urnas y ejerzamos nuestro derecho al voto de manera informada y responsable. El futuro de la justicia en México está en nuestras manos. Participemos activamente en este ejercicio democrático sin precedentes y construyamos juntos un país más justo y equitativo para todos. La historia nos juzgará por nuestras acciones de hoy. No faltemos a esta cita con la democracia.