La sombra de la irregularidad se cierne sobre el proceso electoral extraordinario del Poder Judicial de la Federación. Desde el inicio de la contienda, el pasado 23 de septiembre, una inquietante cifra de 95 denuncias ha llegado a las oficinas de la Fiscalía Especializada en materia de Delitos Electorales (FISEL), dependiente de la Fiscalía General de la República (FGR). Este dato, que por sí solo enciende las alarmas, cobra aún mayor relevancia al considerar que la jornada electoral apenas ha concluido.

La FISEL, en un esfuerzo por transparentar el proceso y garantizar la legitimidad del mismo, ha informado que cada una de estas denuncias, provenientes tanto de ciudadanos como del Instituto Nacional Electoral (INE) y las Fiscalías estatales, está siendo minuciosamente investigada por un equipo de expertos ministeriales especializados en delitos electorales. No se trata, pues, de simples trámites burocráticos, sino de un compromiso firme con la justicia y la pulcritud del sistema democrático.

El espectro de las irregularidades denunciadas es amplio y preocupante. Desde la compra y coacción del voto, prácticas que minan la esencia misma de la libertad electoral, hasta interferencias indebidas en la instalación y clausura de las casillas, pasando por el apoderamiento o destrucción de material electoral, como boletas y urnas, actos que atentan directamente contra la transparencia y la validez del proceso. Cada una de estas acciones, de confirmarse, representa una grave violación a los principios democráticos y un ataque directo a la voluntad popular.

La ciudadanía, consciente de la importancia de su participación en la salvaguarda de la democracia, ha respondido de manera activa. El Sistema de Atención de Fisetel (800 833 7233) se ha convertido en un canal vital para la recepción de planteamientos ciudadanos, registrando la impresionante cifra de 2,443 llamadas. De estas, 2,329 correspondieron a solicitudes de orientación, lo que demuestra el interés de la población por comprender y ejercer sus derechos electorales de manera informada. Además, 86 llamadas fueron canalizadas a Fiscalías locales y 28 a la Ventanilla Única de la Fisel para su debida atención, evidenciando la complejidad y la capilaridad de las posibles irregularidades.

La FISEL, consciente de la trascendencia de la jornada electoral, desplegó una estrategia de presencia territorial en todo el país. Este despliegue, que busca garantizar la atención inmediata a cualquier denuncia por delitos electorales, representa un esfuerzo significativo por parte de las autoridades para proteger el proceso electoral y asegurar la limpieza de los comicios. La presencia de la FISEL en el territorio no solo facilita la recepción de denuncias, sino que también actúa como un factor disuasivo para quienes pretendan vulnerar la legalidad del proceso.

La investigación de las 95 denuncias recibidas será crucial para determinar la magnitud de las irregularidades y, en su caso, sancionar a los responsables. La transparencia y la exhaustividad en este proceso serán fundamentales para restablecer la confianza ciudadana en el sistema electoral y fortalecer la democracia. El futuro del Poder Judicial de la Federación, y en última instancia, del país, depende de la integridad y la imparcialidad de este proceso electoral. La ciudadanía, vigilante y activa, espera respuestas contundentes.