La creciente ola de inseguridad que azota a Guayaquil vuelve a teñirse de terror. En un escalofriante episodio que ha conmocionado a la ciudadanía, una comerciante fue secuestrada a plena luz de la noche en la ciudadela Martha de Roldós, al norte de la ciudad. Las imágenes, captadas por cámaras de seguridad y difundidas rápidamente a través de redes sociales, muestran la brutalidad del acto: tres sujetos irrumpen en una tienda de abarrotes, donde uno de ellos toma por la espalda a la dueña, de origen asiático, para luego subirla a la fuerza a un vehículo. A pesar de sus gritos desesperados y el intento de aferrarse a un árbol, la mujer es finalmente introducida en el automóvil, que huye a toda velocidad con rumbo desconocido.

Este hecho, ocurrido el 30 de mayo, ha generado una profunda indignación y temor entre los residentes de la zona, quienes denuncian un aumento significativo de asaltos y secuestros en las últimas semanas. La impotencia se refleja en el rostro de un familiar de la víctima, quien intentó, sin éxito, impedir el secuestro. La rapidez y la violencia con la que actuaron los delincuentes dejaron a los testigos atónitos y sin posibilidad de reacción.

Las primeras investigaciones apuntan a que el secuestro estaría relacionado con las extorsiones conocidas como "vacunas", una práctica delictiva que se ha extendido por la ciudad, sembrando el pánico entre los comerciantes. Según se ha informado, la víctima había recibido amenazas previas exigiéndole el pago de dinero a cambio de "protección" para su negocio.

La Policía Nacional se presentó en el lugar de los hechos minutos después del secuestro, iniciando las investigaciones pertinentes. Agentes del eje investigativo recopilaron evidencias, revisaron grabaciones de cámaras de seguridad y tomaron declaraciones de testigos, con el objetivo de dar con el paradero de la comerciante y capturar a los responsables.

Este caso pone de manifiesto la grave situación de inseguridad que vive Guayaquil, donde la extorsión y el secuestro se han convertido en una amenaza constante para los comerciantes. Las cifras de la Fiscalía General del Estado son alarmantes: entre enero y abril de 2025, se registraron 1.549 denuncias de extorsiones y secuestros extorsivos en la ciudad. Esta cifra representa un aumento considerable con respecto al mismo período del año anterior, lo que evidencia la necesidad de implementar medidas urgentes para frenar este flagelo.

La ciudadanía exige a las autoridades acciones concretas para combatir la delincuencia y garantizar la seguridad de los ciudadanos. Se espera que la investigación de este caso permita no solo rescatar a la comerciante secuestrada, sino también desmantelar las bandas criminales que operan en la zona y llevar ante la justicia a todos los responsables de estos actos delictivos. La angustia de la familia y la indignación de la comunidad se suman al clamor por un Guayaquil más seguro, donde los comerciantes puedan trabajar sin temor a ser víctimas de la violencia y la extorsión. El miedo se ha instalado en las calles, y solo la acción decidida de las autoridades podrá devolver la tranquilidad a los ciudadanos.