La noche del viernes 30 de mayo quedará grabada en la memoria de muchos como la noche en que el rugir de la música independiente se vio silenciado abruptamente. El Multiforo Cultural Alicia, ese santuario de la contracultura capitalina, vibraba al ritmo del punk vasco de Fermín Muguruza, ex miembro de la legendaria banda Kortatu, cuando la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México irrumpió en escena, no para disfrutar del concierto, sino para desalojar a los asistentes. La confusión y la incertidumbre se apoderaron del ambiente, mientras las redes sociales se convertían en el único canal de información, un hervidero de preguntas sin respuesta, de videos borrosos que capturaban la escena y testimonios fragmentados de quienes presenciaron el desconcierto. ¿Qué sucedió realmente? ¿Por qué se ordenó el desalojo? La falta de un comunicado oficial por parte de las autoridades solo ha alimentado las especulaciones y la indignación entre los fans, que señalan una posible falta de permisos para la realización del evento.

Este incidente resuena con más fuerza considerando la importancia del Multiforo Alicia en el panorama cultural de la Ciudad de México. No se trata simplemente de un local de conciertos, es un espacio emblemático, un pulmón para la expresión artística independiente, un crisol donde convergen géneros musicales que difícilmente encuentran espacio en los circuitos comerciales. Por sus escenarios han desfilado desde íconos del punk y el ska como SKA-P, hasta exponentes del jazz, el blues, la cumbia y el huapango, consolidándose como un verdadero "Laboratorio de Culturas Subterráneas". Bandas como Panteón Rococó y San Pascualito Rey dieron sus primeros pasos en este escenario, demostrando la importancia del Alicia como plataforma para el talento emergente. Más allá de la música, sus muros han albergado conferencias, lecturas de poesía y proyecciones de cine, convirtiéndose en un punto de encuentro para la comunidad artística y un espacio de resistencia cultural. Incluso cuenta con su propia disquera, Grabaxiones Alicia, un testimonio de su compromiso con la producción y difusión de la música independiente. Encontrar sus discos en el Tianguis Cultural del Chopo es casi un ritual para los amantes de la música alternativa.

La figura de Fermín Muguruza añade otra capa de complejidad al incidente. No es un artista cualquiera, es un referente de la música vasca y española, un músico que ha trascendido las fronteras del punk y el ska para fusionar géneros como el reggae, el dub, el hip hop, el drum and bass, el jazz, el soul e incluso el folclore vasco, creando un sonido único y reconocible. Desde sus inicios con Kortatu, banda pionera del movimiento radical vasco en los 80, hasta su posterior proyecto Negu Gorriak, que incorporó elementos de rap y hardcore, Muguruza ha demostrado una constante evolución y una capacidad para reinventarse sin perder su esencia. Su trayectoria musical, que incluye también una etapa con el grupo Dut y una prolífica carrera en solitario, lo ha llevado a colaborar con artistas de todo el mundo, consolidándolo como un verdadero icono de la música alternativa. El desalojo del concierto no solo afecta a los asistentes, es un golpe a la libertad de expresión y un recordatorio de la fragilidad de los espacios culturales independientes. ¿Qué mensaje se envía a los artistas y al público cuando se silencia un evento de esta naturaleza? ¿Se están cerrando los espacios para la contracultura en la Ciudad de México? Estas son preguntas que exigen respuestas y que nos invitan a reflexionar sobre el valor de la diversidad cultural y la importancia de proteger los espacios que la promueven.