
31 de mayo de 2025 a las 17:45
Del Toro cede el rosa en la penúltima etapa
La épica jornada de Sestriere quedará grabada en la memoria de los aficionados al ciclismo como el día en que Simon Yates emergió de las sombras para conquistar la maglia rosa a las puertas de Roma. Un Giro de Italia que parecía destinado a otras manos, dio un giro inesperado en las imponentes rampas alpinas, donde el británico demostró una fuerza y una determinación inquebrantables. No fue una victoria cualquiera, fue una exhibición de coraje y estrategia, un golpe maestro ejecutado a la perfección en el momento preciso.
Yates, lejos de conformarse con un puesto en el podio, supo leer la carrera con la maestría de un veterano. Esperó pacientemente su momento, estudiando a sus rivales, Del Toro y Carapaz, aguardando el instante propicio para lanzar su ataque definitivo. Y ese instante llegó en el coloso de Finestre, un puerto mítico, temido por los ciclistas, adorado por los aficionados. Allí, donde el oxígeno escasea y las piernas queman, Yates desató su furia, dejando atrás a sus contrincantes con una potencia asombrosa. La imagen de Yates ascendiendo en solitario, envuelto en la niebla y el silencio de la montaña, quedará como un icono de este Giro.
Mientras Del Toro e Isaac Carapaz luchaban por mantener el ritmo infernal impuesto por el británico, Yates aumentaba su ventaja, segundo a segundo, pedalada a pedalada, forjando su camino hacia la gloria. La diferencia en la cima fue abismal, un reflejo de la superioridad mostrada por el líder del equipo Visma-Lease a bike. Pero la etapa no había terminado, aún quedaban kilómetros por recorrer, y la tensión se mantenía en el aire. ¿Podría Yates conservar su ventaja? ¿Resistirían sus piernas el esfuerzo titánico realizado?
La respuesta fue un rotundo sí. Con la maglia rosa virtual en su espalda, Yates descendió con la precisión de un cirujano, controlando cada curva, cada metro, consciente de la importancia de no cometer ningún error. La llegada a Sestriere, con la victoria de etapa para el australiano Chris Harper, fue una auténtica fiesta para el equipo Visma-Lease a bike. La alegría desbordaba en los rostros de sus integrantes, conscientes de haber presenciado una hazaña histórica.
Mientras tanto, la decepción se apoderaba de Del Toro, quien veía cómo se le escapaba la maglia rosa en el último suspiro. El joven ciclista mexicano había demostrado una gran fortaleza a lo largo del Giro, pero en la etapa reina, la experiencia y la estrategia de Yates se impusieron. Carapaz, por su parte, también se vio superado por el empuje del británico, quedando relegado a un tercer puesto en la general.
Ahora, con la maglia rosa en su poder, Yates se prepara para el paseo triunfal hacia Roma, donde le espera la consagración definitiva. Será un momento de inmensa emoción, la culminación de un sueño, el premio a años de sacrificio y dedicación. El Giro de Italia 2023 (año ficticio para el ejemplo) tendrá un nombre propio: Simon Yates, el ciclista que conquistó la gloria en las alturas de Sestriere. Un Giro que recordaremos por la épica batalla en las montañas, por la estrategia magistral de Yates y por la emoción de un final de infarto. Un Giro que nos ha vuelto a demostrar que el ciclismo es un deporte de pasión, de superación y de momentos inolvidables.
Fuente: El Heraldo de México