
31 de mayo de 2025 a las 04:25
CNTE: No somos derecha, el plantón sigue.
La resistencia magisterial se mantiene firme. A pesar de las largas jornadas bajo el sol y la lluvia en el Zócalo capitalino, el corazón de la CNTE late con fuerza, impulsado por la convicción de que sus demandas, aún insatisfechas, son el motor de una lucha justa y necesaria. El eco de las palabras de David Guzmán, representante de la sección 40, resuena con la fuerza de la historia: "la CNTE no se derrota, a veces se repliega, pero regresa más fuerte que nunca". Una frase que se convierte en mantra, en un recordatorio de la tenacidad que ha caracterizado al movimiento a lo largo de los años. 124 días duró la huelga del 2016, un hito que se alza como un testimonio de la perseverancia del magisterio. Hoy, una nueva batalla se libra, y la determinación se percibe en cada rostro, en cada pancarta, en cada voz que se alza para exigir el cumplimiento de sus peticiones.
Más allá de las negociaciones y las mesas de diálogo, la CNTE se presenta como un movimiento profundamente democrático, arraigado en las bases. Yenny Aracely Pérez, secretaria general de la Sección 22, lo deja claro: son las bases, los maestros de a pie, los que recorren kilómetros para llegar a sus escuelas, quienes tienen la última palabra. Son ellos quienes, con su voto y su participación activa, decidirán el rumbo de la lucha. Un proceso interno que refleja la esencia misma de la democracia, un ejercicio de participación colectiva que fortalece la unidad y la cohesión del movimiento.
La sombra de la manipulación política planea sobre la lucha magisterial. Acusaciones de vínculos con la derecha buscan deslegitimar el movimiento, pero la CNTE se defiende con firmeza. "Rechazamos el intento de relacionarnos con la derecha, nosotros tenemos y sabemos que la derecha, en su momento, nos reprimió", afirma Pérez, con la contundencia de quien conoce la historia y ha sufrido la represión. La memoria histórica se convierte en un escudo protector, un argumento irrefutable contra quienes intentan desvirtuar la esencia de la lucha magisterial.
El 1 de junio se acerca, y la CNTE lo sabe. Con la claridad que les da la experiencia, descartan cualquier intención de boicotear el proceso electoral. Su lucha, recalcan, trasciende las coyunturas políticas. No se trata de partidos ni de candidatos, se trata de la educación, del futuro del país. La abrogación de la ley ISSSTE del 2007, la principal demanda del magisterio, sigue vigente, un recordatorio constante de que la lucha no ha terminado, de que la resistencia continúa.
En el Zócalo capitalino, bajo el cielo de la Ciudad de México, la CNTE escribe un nuevo capítulo en la historia de la lucha social en México. Una historia de resistencia, de democracia, de dignidad. Una historia que se construye día a día, con la fuerza de la unidad y la convicción de que la educación es un derecho fundamental, un pilar esencial para la construcción de un futuro mejor. La lucha sigue, y la CNTE, fiel a sus principios, se mantiene firme en su propósito.
Fuente: El Heraldo de México