Las intensas lluvias que azotaron el municipio de Chalco, Estado de México, la madrugada del jueves 29 de mayo, dejaron una huella visible en las colonias Culturas de México y Jacalones 2, con inundaciones que alcanzaron hasta los 80 centímetros de altura. Ante esta situación, la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en una rápida y coordinada respuesta junto al Gobierno del Estado de México y el municipio de Chalco, desplegó un operativo de emergencia que permitió el desalojo de más de 11,750 metros cúbicos de agua en menos de 24 horas, una verdadera hazaña contra reloj.

Imaginen la escena: calles convertidas en ríos, el agua invadiendo hogares, la angustia de los vecinos. Para combatir esta emergencia, la Conagua movilizó un arsenal de recursos: 28 brigadistas, expertos en la gestión de este tipo de desastres, 11 equipos de bombeo de alta capacidad, capaces de mover enormes volúmenes de agua, y 9 camiones para diversas tareas de apoyo, todos provenientes de los Centros Regionales de Atención de Emergencias 01 Vaso de Cristo y 20 de Texcoco. A esta fuerza se sumaron los equipos del gobierno estatal y municipal, logrando una impresionante flota de 14 bombas trabajando simultáneamente, un verdadero ejército contra la inundación.

Pero la ayuda no se limitó a la maquinaria. Durante el jueves y viernes, brigadas de voluntarios, movidos por la solidaridad, se unieron a los esfuerzos, ayudando a las familias a sacar el agua de sus casas, un gesto conmovedor que demuestra la fuerza de la comunidad ante la adversidad. Gracias a este trabajo conjunto, la vida en Chalco comenzó a normalizarse, permitiendo a los habitantes retomar sus actividades cotidianas.

Esta emergencia, sin embargo, ha servido para acelerar la construcción de una obra crucial para la región: un colector que promete mitigar los efectos de futuras lluvias. La Conagua ha redoblado esfuerzos para concluir esta obra estratégica la próxima semana, una noticia que sin duda traerá tranquilidad a los habitantes de Chalco.

Mientras tanto, y como medida preventiva ante la posibilidad de nuevas precipitaciones, la Conagua mantendrá un despliegue permanente de equipos especializados en la zona. Esta presencia constante busca garantizar una respuesta inmediata ante cualquier eventualidad, brindando seguridad y tranquilidad a la población.

La experiencia en Chalco demuestra la importancia de la colaboración entre los diferentes niveles de gobierno y la participación ciudadana. La Conagua reafirma su compromiso de continuar trabajando en conjunto para mejorar las condiciones locales y implementar medidas de adaptación al cambio climático, un desafío que nos exige unidad y una visión a largo plazo. El objetivo es claro: construir comunidades más resilientes, capaces de afrontar los retos que nos plantea la naturaleza.