
31 de mayo de 2025 a las 12:30
Brutal agresión a chofer en Guadalajara: ¿Qué significa CAHERENGO?
La brutal agresión sufrida por Daniel Hernández, chofer de transporte público en Guadalajara, ha conmocionado a la sociedad jalisciense y ha reavivado el debate sobre la seguridad en el transporte público y la violencia que enfrentan a diario quienes se dedican a esta labor. Las imágenes, captadas por las cámaras de seguridad del autobús de la ruta T11, muestran una violencia inusitada y una indiferencia escalofriante por parte de algunos pasajeros. Hernández, tras un aparente accidente vial en su trayecto, fue víctima de una golpiza propinada por un pasajero que, tras patearlo y gritarle, lo golpeó repetidamente en la cabeza con un termo metálico hasta dejarlo inconsciente.
Lo que resulta aún más perturbador, y ha generado una ola de indignación en redes sociales, es la pasividad de algunos de los presentes. Mientras Hernández yacía inmóvil en el suelo del autobús, varios pasajeros optaron por continuar su camino, abandonando al chofer a su suerte. Este acto de omisión, tan condenable como la propia agresión, nos obliga a reflexionar sobre la pérdida de valores y la insensibilidad que parece haberse apoderado de una parte de nuestra sociedad. ¿Hasta qué punto hemos normalizado la violencia? ¿Cuándo dejamos de sentir empatía por el prójimo?
La rápida difusión del video en redes sociales, bajo el lema #JusticiaParaDaniel, ha sido crucial para visibilizar este caso y exigir a las autoridades que se actúe con celeridad. La Fiscalía de Jalisco ha confirmado la apertura de una carpeta de investigación por el delito de lesiones, y asegura estar trabajando para dar con el responsable. La presión ciudadana, canalizada a través de las redes, ha demostrado ser una herramienta poderosa para impulsar la justicia y evitar que casos como este queden impunes.
La empresa CAHERENGO Seguridad Privada, cuyo uniforme portaba el agresor, ha emitido un comunicado reprobando enérgicamente el incidente y poniéndose a disposición de las autoridades para colaborar en la investigación. Sin embargo, este hecho plantea interrogantes sobre los procesos de selección y capacitación del personal de seguridad privada. ¿Qué filtros se aplican para garantizar que quienes portan un uniforme de seguridad estén capacitados para manejar situaciones de conflicto de manera adecuada y no representen un peligro para la sociedad?
Mientras tanto, Daniel Hernández continúa luchando por su vida en un hospital de Guadalajara. Su estado de salud se reporta como grave, y su familia vive momentos de angustia e incertidumbre. Más allá de la indignación y la búsqueda de justicia, este caso nos invita a reflexionar sobre la necesidad de construir una sociedad más empática, donde la violencia no sea la respuesta a los conflictos y donde la solidaridad prevalezca ante la indiferencia. Es imperativo fomentar una cultura de respeto y responsabilidad, tanto individual como colectiva, para que tragedias como esta no se repitan. El futuro de nuestra sociedad depende de ello.
Fuente: El Heraldo de México