La Luna de Fresa, un nombre que evoca imágenes de un satélite teñido de un rosa intenso, cautiva la imaginación y despierta la curiosidad. Sin embargo, la realidad es un poco diferente, aunque no menos fascinante. Este fenómeno, que marca la última luna llena antes del solsticio de verano en el hemisferio norte, se presenta como un espectáculo celeste digno de admirar. Acompáñenos a descubrir el verdadero significado de este evento astronómico y cómo disfrutarlo al máximo en México.

Lejos de una transformación cromática del satélite, el nombre "Luna de Fresa" proviene de las antiguas tradiciones de los pueblos Algonquinos de Norteamérica. Para esta cultura, la luna llena de junio coincidía con la época de la cosecha de fresas, marcando un momento de abundancia y celebración. De esta manera, la denominación se relaciona más con un evento terrestre que con una alteración astronómica. No veremos una luna rosa, sino una luna llena bañada en la luz plateada que la caracteriza, igualmente bella y llena de significado.

La noche del 11 de junio, alzamos la vista al cielo para contemplar este espectáculo. Alrededor de las 07:43, hora de México, la Luna de Fresa alcanzará su punto de mayor visibilidad, iluminando la oscuridad con su brillo. No es necesario ningún equipo especial para disfrutar de este fenómeno, aunque unos binoculares o un telescopio pueden enriquecer la experiencia, permitiéndonos apreciar detalles de la superficie lunar como cráteres y mares.

Para aquellos que desean vivir la experiencia de la Luna de Fresa en toda su plenitud, les recomendamos buscar un lugar alejado de la contaminación lumínica de las ciudades. Un campo abierto, una playa o una montaña ofrecen el escenario perfecto para conectar con la naturaleza y la magia del cielo nocturno. Apaguen sus celulares, dejen que sus ojos se adapten a la oscuridad y déjense envolver por la serena belleza de la Luna.

La Luna de Fresa no es el único evento astronómico que nos depara el mes de junio. El solsticio de verano, marcando el día más largo del año en el hemisferio norte, se presenta como un momento de renovación y energía. Otros fenómenos celestes, como conjunciones planetarias y lluvias de estrellas, también nos invitan a contemplar la inmensidad del universo y a reflexionar sobre nuestro lugar en él.

Les invitamos a consultar el calendario astronómico del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) para estar al tanto de todos los eventos celestes del mes. Así, podrán planificar sus observaciones y aprovechar al máximo la oportunidad de conectar con el cosmos.

Más allá de su nombre poético, la Luna de Fresa nos recuerda la profunda conexión entre la humanidad y el cielo. Desde tiempos ancestrales, hemos observado las estrellas y los planetas, buscando respuestas a las grandes preguntas de la existencia. La Luna, en sus diferentes fases, ha sido guía para agricultores, navegantes y poetas, inspirando mitos, leyendas y una profunda admiración por la naturaleza. No dejemos pasar la oportunidad de contemplar este espectáculo celeste y dejarnos maravillar por la belleza del universo.