La noche del 30 de mayo quedará grabada en la memoria de la escena cultural independiente de la Ciudad de México. La irrupción de un operativo policial, con más de 50 elementos armados de la Guardia Nacional, el Ejército Mexicano y la policía capitalina, en el Multiforo Cultural Alicia durante un concierto de Fermín Muguruza, ha desatado una ola de indignación y cuestionamientos que resuenan desde los barrios hasta las altas esferas del gobierno. ¿Era necesaria una demostración de fuerza de tal magnitud para la clausura de un foro cultural? ¿Qué mensaje se envía a los artistas, gestores culturales y al público que asiste a estos espacios?

La respuesta del Gobierno de la Ciudad de México ha sido contundente, al menos en apariencia. La Jefa de Gobierno ha expresado su rechazo a la forma en que se llevó a cabo el operativo, calificándolo de desproporcionado e innecesario. Sus palabras, "No estamos de acuerdo, ni validamos las acciones…", buscan tranquilizar a un sector cultural que se siente vulnerado y atacado. Sin embargo, más allá de las declaraciones, la ciudadanía exige acciones concretas. La instrucción dada al Secretario de Seguridad para iniciar una investigación y sancionar a los responsables es un primer paso, pero la transparencia en el proceso y la ejemplaridad de las sanciones serán cruciales para recuperar la confianza.

El relevo de los mandos responsables del sector anunciado por el titular de la SSC, Pablo Vázquez Camacho, junto con la afirmación de que "La Secretaría respeta, promueve y apoya todos los eventos culturales y recreativos en la ciudad", pretende marcar una distancia con lo ocurrido. No obstante, la pregunta persiste: ¿cómo es posible que un operativo de esta envergadura se haya desplegado sin el conocimiento y autorización de las más altas instancias? La investigación interna deberá arrojar luz sobre esta cadena de mando y determinar si hubo negligencia, abuso de autoridad o incluso motivaciones ocultas.

La condena del Gobierno Federal, a través de la Secretaría de Gobernación, añade otra capa de complejidad al asunto. Calificar la acción de “injustificable” y recordar que el espacio fue otorgado por la actual presidenta de México durante su gestión como Jefa de Gobierno, pone de manifiesto la tensión entre las diferentes instancias gubernamentales. La promesa de investigar la participación de elementos federales en el operativo abre la puerta a la posibilidad de que existan responsabilidades más allá del ámbito local.

El Multiforo Alicia, un espacio emblemático de la contracultura capitalina, se convierte así en el epicentro de un debate que trasciende el incidente puntual. La defensa de los espacios culturales independientes, su importancia para la vida cultural de la ciudad y la necesidad de garantizar su seguridad y autonomía son temas que ahora ocupan el centro de la discusión pública. Las redes sociales se han convertido en un hervidero de opiniones, donde artistas, gestores culturales y ciudadanos comunes expresan su solidaridad con el foro y exigen una rendición de cuentas clara.

El diálogo propuesto por las autoridades con los responsables del Multiforo Alicia y otros foros independientes es un paso necesario para la reconstrucción de la confianza. Sin embargo, este diálogo debe ser genuino y traducirse en mecanismos concretos que aseguren la protección de estos espacios y la libertad de expresión artística. La cultura no puede ser rehén de la arbitrariedad ni víctima de operativos desproporcionados. El futuro de la escena cultural independiente de la Ciudad de México depende, en gran medida, de la respuesta que las autoridades den a este llamado a la justicia y al respeto. La herida está abierta y la cicatriz que deje dependerá de las acciones que se tomen a partir de ahora.