La creciente inseguridad en la Ciudad de México ha adoptado nuevas y perturbadoras formas. En la alcaldía Miguel Hidalgo, un grupo de mujeres ha sido denunciado por orquestar peleas entre perros para luego extorsionar a sus dueños. Este modus operandi, que se ha vuelto viral gracias a la difusión de videos de cámaras de seguridad, ha generado indignación y preocupación entre los residentes de la zona, especialmente entre la comunidad de dueños de mascotas.

Las acusadas, que se hacen pasar por paseadoras de perros, buscan deliberadamente el contacto con otros caninos, provocando agresiones y riñas. Tras el altercado, con una frialdad escalofriante, exigen dinero a los dueños de los perros agredidos para cubrir los supuestos gastos veterinarios. Un argumento que utilizan con frecuencia para intimidar y justificar su extorsión es la supuesta procedencia de los perros que ellas pasean, afirmando que "son de Polanco", insinuando una posición social y económica superior, una táctica de manipulación que busca aprovecharse de la posible renuencia a enfrentamientos legales por parte de las víctimas.

El último incidente, ocurrido el viernes 29 de mayo, muestra la crueldad de su método. Las imágenes de las cámaras de seguridad muestran cómo las mujeres acercaron un pastor australiano al hueco de una entrada, incitándolo a atacar a dos perros mestizos que se encontraban dentro de su propia casa. La violencia no se limitó al ataque animal. Cuando el dueño de los perros agredidos salió a confrontar a las mujeres, la situación escaló rápidamente a un violento enfrentamiento físico que involucró a varias personas. Las escenas, captadas por las cámaras de seguridad, son un crudo testimonio de la inseguridad que se vive en la zona.

La denuncia, presentada ante el Ministerio Público de la Miguel Hidalgo, ha puesto en marcha el proceso legal. La víctima ha sido citada a comparecer ante el Juzgado Cívico de Tacuba para una audiencia donde se deslindarán responsabilidades. Las acusadas enfrentan posibles cargos por violación del artículo 26 de la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, que sanciona las agresiones a animales y la alteración del orden público.

Este caso no es un incidente aislado. Vecinos de la alcaldía Miguel Hidalgo han reportado situaciones similares, lo que sugiere la posible existencia de una red organizada dedicada a este tipo de extorsión. Se insta a la ciudadanía a estar alerta y a denunciar cualquier incidente similar. La colaboración ciudadana es crucial para detener este tipo de delitos y garantizar la seguridad de las mascotas y sus dueños.

Más allá del aspecto legal, este caso nos invita a reflexionar sobre la responsabilidad que implica tener una mascota. El cuidado y la protección de nuestros animales de compañía es fundamental, y debemos estar atentos a posibles peligros. Es importante elegir con cuidado a las personas a quienes confiamos el paseo y cuidado de nuestras mascotas, verificando referencias y asegurándonos de su profesionalismo y ética.

La impunidad no puede ser una opción. Es necesario que las autoridades tomen medidas contundentes para sancionar a los responsables y prevenir futuros incidentes. La seguridad de nuestras mascotas y la tranquilidad de nuestros hogares no deben estar en juego.