
30 de mayo de 2025 a las 05:55
Pánico en tianguis: Dos muertos en balacera
El eco de las detonaciones aún retumba en la memoria colectiva de los poblanos. Un domingo, que prometía ser como cualquier otro en el bullicioso tianguis de Los Lavaderos, se transformó en una escena de terror y desconcierto. La tranquilidad habitual del emblemático mercado, ubicado en el corazón del Centro Histórico, fue brutalmente interrumpida por una ráfaga de disparos que dejó un saldo de dos vidas segadas y una menor de edad luchando por la suya.
La imagen idílica de familias recorriendo los puestos, comerciantes ofreciendo sus productos y el ir y venir de compradores se desvaneció en un instante. El sonido ensordecedor de más de 40 detonaciones, según testimonios de quienes presenciaron el horror, sembró el pánico entre la multitud. "Fue como una película de terror", relata con voz temblorosa doña María, vendedora de artesanías que lleva décadas trabajando en el tianguis. "La gente corría desesperada, buscando un lugar donde esconderse. Muchos se tiraron al suelo, cubriendo a sus hijos con sus propios cuerpos. Yo solo atiné a cerrar mi puesto y rezar para que todo terminara pronto".
El caos se apoderó del lugar. Los gritos de terror se mezclaban con el llanto de los niños. El olor a pólvora impregnaba el aire. En medio de la confusión, los agresores, descritos por algunos testigos como un comando armado, lograron escapar, aprovechando el pánico generalizado. La escena que quedó tras su huida fue desoladora: cuerpos tendidos en el suelo, sangre derramada, mercancías abandonadas y un silencio sepulcral que contrastaba con el bullicio habitual del mercado.
La rápida respuesta de las autoridades, con la llegada de corporaciones policiacas municipales y estatales, no pudo evitar la tragedia. La zona fue acordonada, mientras paramédicos atendían a la menor herida, una niña cuya inocencia fue arrebatada por la violencia. Fue trasladada de inmediato a un hospital, donde se debate entre la vida y la muerte. Su historia se suma a la larga lista de víctimas colaterales de la inseguridad que azota a nuestro país.
La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación para esclarecer los hechos y dar con los responsables. Las primeras hipótesis apuntan a un posible ajuste de cuentas entre grupos delictivos, aunque no se descarta ninguna línea de investigación. Mientras tanto, el tianguis de Los Lavaderos, un símbolo de la tradición y el comercio local, permanece cerrado, como una herida abierta en el corazón de Puebla. Su futuro es incierto, al igual que el de los comerciantes que dependen de él para su sustento.
La pregunta que resuena en la mente de todos es ¿hasta cuándo? ¿Hasta cuándo seguiremos siendo testigos de este tipo de tragedias? La violencia nos arrebata la paz, la tranquilidad y el futuro. Es urgente que las autoridades tomen medidas contundentes para garantizar la seguridad de los ciudadanos y que la justicia alcance a los responsables de este acto atroz. El tianguis de Los Lavaderos, hoy silenciado por las balas, clama justicia. Su silencio es un grito que no podemos ignorar.
Fuente: El Heraldo de México