
31 de mayo de 2025 a las 02:50
¡No te dejes silenciar! Vota el 1 de junio.
El próximo 1 de junio, México se enfrenta a una decisión histórica: elegir por primera vez a las y los jueces del Poder Judicial de la Federación a través del voto libre y secreto. Esta jornada electoral, sin precedentes en nuestra nación, representa una oportunidad única para fortalecer la democracia y consolidar un sistema judicial más independiente y transparente. Ante este crucial momento, ciertas voces disonantes, amparadas en argumentos falaces, promueven la abstención, instando a la ciudadanía a renunciar a su derecho y deber cívico de participar en la conformación del Poder Judicial. Pero, ¿a quién beneficia realmente la inacción? ¿Quiénes son los que temen al voto judicial?
La respuesta, aunque compleja, se revela al analizar las motivaciones detrás de estos llamados antidemocráticos. Se trata de grupos que, incapaces de aceptar la alternancia política y el legítimo ejercicio de la voluntad popular, buscan deslegitimar un proceso que empodera a la ciudadanía. Su discurso, cargado de desinformación y retórica alarmista, pretende sembrar la duda sobre la imparcialidad de la elección, presentándola como un hecho consumado, una pantomima donde el resultado ya está predeterminado. Sin embargo, los estudios que analizan los perfiles de las y los candidatos demuestran lo contrario: la gran mayoría no tiene afiliación partidista, lo que garantiza la pluralidad y la independencia del Poder Judicial.
Recordemos que el derecho al voto no es un simple privilegio, sino un mandato constitucional, una herramienta fundamental para la construcción de un Estado de Derecho sólido y justo. Abstenerse no es una forma de protesta, sino una renuncia a nuestra responsabilidad cívica, un acto que debilita las instituciones y allana el camino para la manipulación y la imposición de intereses particulares. No caigamos en la trampa de la apatía y el desánimo. Informémonos, analicemos las propuestas de las y los candidatos, y ejerzamos nuestro derecho con responsabilidad y convicción.
El llamado a la abstención, disfrazado de escepticismo o rebeldía, esconde un profundo temor al verdadero poder del voto: la capacidad de la ciudadanía para transformar la realidad y construir un futuro mejor. No permitamos que el miedo paralice nuestra participación. El 1 de junio, salgamos a votar y demostremos que la democracia, a pesar de sus imperfecciones, sigue siendo la mejor herramienta para alcanzar la justicia y el progreso social. Nuestro voto es nuestra voz, y no podemos permitir que sea silenciada. El futuro del Poder Judicial, y por extensión, el futuro de nuestro país, está en nuestras manos.
Fuente: El Heraldo de México