La modernización aduanera en México se perfila como una necesidad imperante en un mundo cada vez más globalizado y digitalizado. Las declaraciones de Rafael Marín Mollinedo, director general de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM), durante el “Foro nacional de consulta sobre la Reforma a la Ley Aduanera”, organizado por la Concanaco Servytur, abren un panorama crucial sobre los retos y oportunidades que enfrenta el país en materia de comercio exterior. Su énfasis en la evolución de la ley aduanera, no solo para garantizar la recaudación justa y combatir las prácticas ilícitas, sino también para adaptarse a las nuevas realidades del comercio electrónico, los servicios digitales y la inteligencia artificial, marca un punto de inflexión en la estrategia aduanera nacional.

La propuesta de reforma impulsada por la presidenta Claudia Sheinbaum, que busca combatir la evasión fiscal mediante la responsabilización de toda la cadena de importación y exportación, incluyendo a los agentes aduanales, plantea un cambio significativo en el paradigma actual. Este enfoque integral busca cerrar las brechas legales que han permitido la proliferación de prácticas fraudulentas, asegurando un terreno de juego nivelado para las empresas que operan dentro del marco legal. La advertencia de Marín Mollinedo a las empresas que intentan aprovechar vacíos legales, respaldando a las que cumplen, auditando a las sospechosas e investigando y sancionando a las que incurren en ilegalidades, envía un mensaje claro y contundente: la impunidad no será tolerada.

La recaudación, pilar fundamental de las finanzas públicas, debe ser garantizada en cada operación, sin simulaciones ni privilegios indebidos. La eficiencia en los despachos aduaneros, si bien necesaria, no debe ser sinónimo de opacidad. La agilidad debe ir de la mano con la rigurosidad en los controles. El refuerzo de los sistemas de control interno, la supervisión de operaciones sensibles y el uso estratégico de la información para detectar irregularidades son medidas cruciales para fortalecer la transparencia y la integridad en el sistema aduanero.

La profesionalización del personal aduanero a través de la capacitación continua y el uso inteligente de datos para la anticipación de riesgos son elementos clave para la prevención de ilícitos. La inversión en tecnología y la formación de capital humano especializado son indispensables para afrontar los desafíos de un entorno comercial cada vez más complejo. La modernización aduanera no se limita a la actualización de la legislación, sino que implica una transformación integral de los procesos, la infraestructura y las capacidades del sistema.

El diálogo abierto y la colaboración entre el sector público y privado son esenciales para construir una estrategia aduanera sólida y eficaz. El “Foro nacional de consulta sobre la Reforma a la Ley Aduanera” representa un paso importante en esta dirección, permitiendo la participación de diversos actores en la construcción de un marco normativo que responda a las necesidades del país y promueva el desarrollo económico. La reforma aduanera es una oportunidad para impulsar la competitividad de México en el comercio internacional, fortalecer la recaudación fiscal y consolidar un sistema aduanero transparente, eficiente y seguro.