
30 de mayo de 2025 a las 09:50
Millones en pobreza laboral
La sombra de la precariedad laboral sigue acechando a millones de mexicanos. A pesar de las cifras alentadoras que nos hablan de un mínimo histórico en la pobreza laboral, con un 33.9% registrado en el primer trimestre de 2025, la realidad es que 44.2 millones de personas aún no logran cubrir la canasta básica con sus ingresos. Este dato, extraído del informe "Panorama de la pobreza laboral en México" de México Cómo Vamos (MCV), nos obliga a reflexionar sobre la fragilidad del progreso económico y la necesidad de impulsar políticas públicas más contundentes.
Si bien el semáforo económico se mantiene en amarillo, un avance significativo desde el rojo intenso que lo caracterizó durante años, no podemos caer en la complacencia. El descenso desde el alarmante 46% de 2020 representa un respiro, una luz al final del túnel, pero la batalla contra la precariedad está lejos de ganarse. Recordemos la crisis derivada de la pandemia, cuando la pobreza laboral alcanzó la impactante cifra de 58.2 millones de personas. Aunque hemos logrado reducir ese número en 14 millones, la vulnerabilidad económica sigue siendo una constante en la vida de demasiados mexicanos.
El informe de MCV nos recuerda una realidad cruda: el 64.3% de la población no cuenta con ingresos suficientes para satisfacer sus necesidades básicas, tanto alimentarias como no alimentarias. Imaginemos la angustia de no poder asegurar el alimento diario para la familia, la imposibilidad de acceder a servicios de salud dignos o la constante preocupación por cubrir los gastos esenciales. Estas son las vivencias cotidianas de millones de personas que, a pesar de su esfuerzo y trabajo, no logran escapar de las garras de la pobreza laboral.
La desigualdad geográfica también juega un papel crucial en esta problemática. Estados como Chiapas, Oaxaca y Guerrero presentan las tasas más alarmantes, con más del 50% de su población sumida en la pobreza laboral. Esta disparidad regional nos exige una mirada atenta y acciones focalizadas que permitan un desarrollo equitativo en todo el país. No podemos permitir que la brecha entre el norte y el sur siga profundizándose, generando desigualdad y marginación.
Otro aspecto crucial que revela el informe es la desigualdad de género. Las mujeres son las más afectadas por la pobreza laboral. Por cada 100 hombres con bajos ingresos, encontramos 113 mujeres en la misma situación. Esta brecha de género es un reflejo de las desigualdades estructurales que persisten en nuestra sociedad y que limitan las oportunidades de las mujeres en el mercado laboral. Es necesario impulsar políticas que promuevan la igualdad salarial, el acceso a la educación y la capacitación, y que faciliten la conciliación entre la vida laboral y familiar para las mujeres.
En conclusión, aunque las cifras muestran una tendencia positiva, la lucha contra la pobreza laboral en México requiere un esfuerzo continuo y coordinado. No basta con celebrar los avances, es necesario redoblar los esfuerzos para garantizar que todos los mexicanos tengan acceso a un trabajo digno y a una vida plena. La construcción de un país más justo y equitativo exige que la generación de empleos bien remunerados y la protección social sean prioridades ineludibles en la agenda nacional.
Fuente: El Heraldo de México