
30 de mayo de 2025 a las 04:45
México asegura abasto de medicamentos
La reciente declaración del Subsecretario Eduardo Clark García Dobarganes en Heraldo Radio ha encendido un faro de esperanza en el panorama de la salud pública en México. Su detallada explicación sobre el decreto presidencial, enfocado en impulsar la inversión farmacéutica, desvela una estrategia integral con el potencial de transformar la manera en que se adquieren y distribuyen medicamentos e insumos médicos en el país. La cifra de 333 mil millones de pesos, destinada a la adquisición de medicamentos, insumos, dispositivos y pruebas, no solo es "gigantesca", como bien la describe el Subsecretario, sino que representa un compromiso sin precedentes con la salud de todos los mexicanos. Sin embargo, la revelación de que menos de la mitad de estos productos son fabricados en territorio nacional plantea una problemática crucial que este decreto busca abordar con determinación.
La dependencia de la importación, como lo ilustra el ejemplo del Paracetamol proveniente de la India, pone de manifiesto la necesidad urgente de fortalecer la industria farmacéutica nacional. Este decreto no se limita a ser una simple invitación a la inversión, sino que se erige como una verdadera política de Estado que priorizará a las compañías que apuesten por México, ya sea a través de inversiones existentes o con compromisos futuros. Imaginen el impacto positivo que esto generará: una mayor disponibilidad de medicamentos, una reducción en los tiempos de entrega a los hospitales y, lo más importante, una mayor seguridad para los pacientes que dependen de estos insumos.
El Subsecretario Clark García Dobarganes ha reconocido la disminución de la inversión internacional en la industria farmacéutica mexicana en los últimos años. El decreto presidencial, por lo tanto, no solo busca revertir esta tendencia, sino que aspira a convertir a México en un polo de atracción para la inversión en este sector estratégico. La visión es clara: más plantas de producción en México, generando empleos y produciendo medicamentos para el consumo interno. Este es un círculo virtuoso que impulsará el desarrollo económico y, al mismo tiempo, fortalecerá la soberanía sanitaria del país.
La ventaja competitiva que se ofrecerá a los inversionistas, tanto nacionales como extranjeros, es un elemento clave de esta estrategia. La reciente adquisición de insumos para 2025 y 2026 permite a las empresas planificar con anticipación sus inversiones para 2027 y 2028. Este plazo de más de un año no es una casualidad, sino una decisión estratégica para que las industrias internacionales puedan realizar sus proyecciones financieras y participar en igualdad de condiciones. Se trata de construir un ecosistema de inversión transparente y previsible, que genere confianza y atraiga capitales que impulsen el crecimiento de la industria farmacéutica mexicana.
Finalmente, la cifra de 4 mil 900 millones de piezas de medicamentos requeridas anualmente por el sector salud nos da una idea de la magnitud del desafío y, al mismo tiempo, de la enorme oportunidad que representa este decreto. Producir estos medicamentos en México no solo garantizará un mayor abasto, sino que también agilizará su distribución a lo largo y ancho del país, llegando a quienes más lo necesitan de manera más rápida y eficiente. Este es un paso firme hacia un sistema de salud más robusto, más resiliente y, sobre todo, más centrado en el bienestar de los mexicanos.
Fuente: El Heraldo de México