
30 de mayo de 2025 a las 09:25
El Imperio Contraataca: Diseño de Cúpulas
Cuarenta años después, el fantasma de una guerra nuclear vuelve a planear sobre nuestras cabezas. La Iniciativa de Defensa Estratégica de Reagan, aquel sueño de ciencia ficción conocido como "Star Wars", resurge con un nuevo nombre y una factura aún más astronómica: la "Cúpula Dorada" de Trump. ¿Recuerdan las promesas de escudos impenetrables, de misiles interceptados en pleno vuelo? Pues bien, parece que la historia se repite, aunque con un contexto geopolítico aún más complejo y, si cabe, más peligroso.
La idea de un sistema defensivo capaz de neutralizar cualquier ataque balístico suena atractiva, casi utópica. ¿Quién no querría dormir tranquilo sabiendo que su país está a salvo de una lluvia de misiles? Sin embargo, la realidad es mucho más terrenal, y mucho más preocupante. Los expertos, desde prestigiosas instituciones como la Chatham House, advierten de las graves consecuencias que un proyecto de esta envergadura podría tener en el equilibrio global. No se trata solo del desorbitado coste económico, que podría superar los 500 mil millones de dólares, según la Oficina de Presupuesto del Congreso, sino de la peligrosa escalada armamentística que podría desencadenar.
Imaginen un mundo donde las grandes potencias, convencidas de su invulnerabilidad, se sientan tentadas a usar su arsenal nuclear sin temor a represalias. Un mundo donde la disuasión, ese frágil equilibrio del terror que ha mantenido la paz durante décadas, se desvanece como el humo. Ese es el escenario que se dibuja en el horizonte si proyectos como la "Cúpula Dorada" llegan a materializarse.
Y México, ¿dónde queda en todo esto? Como siempre, en una posición incómoda, atrapados entre dos gigantes. Hace cuarenta años, la justificación para incluirnos bajo el paraguas protector del SDI era que, en caso de un ataque a Estados Unidos, algún misil perdido o desviado podría impactar en nuestro territorio. Un argumento que, si bien no deja de tener cierta lógica, resulta inquietante. Hoy, la situación no ha cambiado mucho. Nuestra extensa frontera con Estados Unidos nos convierte, queramos o no, en una pieza más de este complejo tablero geopolítico.
Más allá de la mera proximidad geográfica, los profundos lazos económicos y sociales que nos unen a Estados Unidos nos hacen especialmente vulnerables a las consecuencias de cualquier conflicto que involucre a nuestro vecino del norte. Millones de mexicanos y mexico-americanos viven y trabajan en Estados Unidos, y nuestras economías están estrechamente interconectadas. Un ataque a Estados Unidos sería, sin duda, un golpe devastador para México.
La propuesta de Trump de anexar a Canadá como el estado número 51, utilizando la "Cúpula Dorada" como anzuelo, añade una nueva capa de surrealismo a esta ya de por sí compleja situación. ¿Es una broma? ¿Una estrategia política? Sea lo que sea, no deja de ser un síntoma más de la creciente inestabilidad que caracteriza el panorama internacional.
En definitiva, la "Cúpula Dorada" no es solo un proyecto tecnológico, es un símbolo de la peligrosa deriva hacia un mundo más incierto y peligroso. Un mundo donde la paz, esa joya tan preciada y tan frágil, pende de un hilo cada vez más delgado. Y México, como siempre, se encuentra en la primera línea de fuego. Nos guste o no.
Fuente: El Heraldo de México