
30 de mayo de 2025 a las 09:25
Decide tu futuro
El próximo 1° de junio marca un hito en la historia de la democracia mexicana. Por primera vez, la ciudadanía tendrá la oportunidad de elegir directamente a quienes impartirán justicia: jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Este acto sin precedentes consolida la Cuarta Transformación, un movimiento que ha puesto la voz del pueblo en el centro de la toma de decisiones. Durante décadas, el acceso a la justicia ha sido un privilegio reservado para quienes podían costearlo, dejando a la mayoría a merced de un sistema opaco y desigual. Esta elección popular representa el fin de ese sistema, el fin de los nombramientos a puerta cerrada y el fin de los privilegios exorbitantes de una élite judicial desconectada de la realidad del pueblo.
Imaginemos un México donde la justicia sea verdaderamente ciega, donde no se incline ante el poder del dinero ni de las influencias. Un México donde las víctimas sean escuchadas y los responsables rindan cuentas ante la ley, sin importar su posición social o económica. Ese es el México que estamos construyendo con esta reforma histórica del Poder Judicial. Es una oportunidad única para arrancar de raíz la corrupción y la impunidad que han permeado nuestro sistema judicial durante tanto tiempo. Es la oportunidad de construir un Poder Judicial al servicio del pueblo, no de unos cuantos.
Es lamentable, sin embargo, que algunos grupos conservadores y la oposición intenten boicotear este avance democrático. Con falsos argumentos sobre la autonomía judicial, buscan perpetuar el viejo régimen de privilegios que les beneficia. Su resistencia no es por la justicia, sino por el miedo a perder el control que han ejercido históricamente sobre el Poder Judicial. Temen un sistema donde la justicia sea para todos, no solo para ellos. Su llamado al boicot es un llamado a la regresión, un intento desesperado por mantener un sistema que ha demostrado ser ineficaz e injusto.
Pero la voz del pueblo es más fuerte que sus miedos. Las y los mexicanos están cansados de la impunidad, de ver cómo los delincuentes quedan libres mientras los inocentes sufren. Están cansados de un sistema judicial que protege a los poderosos y abandona a los más vulnerables. El 1° de junio, el pueblo demostrará su compromiso con la transformación votando por un Poder Judicial democrático y transparente. Acudir a las urnas no es solo un derecho, es un deber cívico. Es una responsabilidad que debemos asumir con convicción para construir el México justo e igualitario que todos merecemos.
Frente a la inercia y el inmovilismo de la oposición, respondamos con participación activa, organización y conciencia. No permitamos que nos roben la oportunidad de transformar nuestro país. El futuro de la justicia está en nuestras manos. Vota por la transformación, vota por un México mejor.
Fuente: El Heraldo de México