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31 de mayo de 2025 a las 00:55

¿De manager a postres? La nueva vida del exmánager de Paquita

La inesperada partida de Paquita la del Barrio dejó un vacío inmenso en el corazón del pueblo mexicano y, sin duda, en la vida de quienes la rodearon. Entre ellos, destaca la figura de Francisco "Paquito" Torres, su fiel mánager y compañero de batallas por más de un cuarto de siglo. Su historia, entrelazada con la de la icónica cantante, nos revela la profunda conexión que existía entre ambos y cómo la ausencia de Paquita ha marcado un punto de inflexión en su vida.

A pesar de las numerosas ofertas que ha recibido desde el fallecimiento de la artista, Paquito ha decidido alejarse del bullicio del mundo del espectáculo. "Ya cerré ese ciclo", afirma con una mezcla de nostalgia y firmeza. Para él, Paquita no fue solo una jefa, sino una maestra, una amiga, la persona que le abrió las puertas de un mundo desconocido y le enseñó los entresijos del negocio musical. Su partida ha dejado un hueco imposible de llenar, una ausencia que le impide continuar en ese camino sin su presencia.

Hoy, Paquito ha encontrado un nuevo refugio, un espacio donde reconstruye su vida lejos de los reflectores y las multitudes. Un puesto de postres y gelatinas se ha convertido en su nuevo escenario, un lugar donde su talento y dedicación brillan con la misma intensidad que antes. Y aunque su vida ha dado un giro radical, el éxito lo acompaña, demostrando que la pasión y el esfuerzo trascienden cualquier ámbito. "No tengo problemas de dinero", asegura, confirmando que su decisión no está motivada por la necesidad, sino por una profunda convicción personal.

La historia de Paquito y Paquita es un testimonio de lealtad y cariño. Desde sus inicios, cuando apenas alcanzaba la mayoría de edad, Paquito estuvo al lado de la cantante, acompañándola en sus triunfos y en sus momentos más difíciles, incluso en sus enfermedades. Fue testigo privilegiado de su ascenso a la cima, de las ovaciones y el cariño del público, pero también de las batallas personales que enfrentó la artista. Un vínculo forjado a lo largo de los años, que trascendió lo profesional para convertirse en una verdadera hermandad.

Incluso después de su partida, Paquito ha continuado velando por el legado de Paquita, involucrándose en los homenajes y en la organización de sus proyectos inconclusos, como las canciones inéditas que dejó, un posible libro autobiográfico que promete revelar facetas desconocidas de la artista, y la gestión de su patrimonio. Sin embargo, ha tomado la decisión de no trabajar con los hijos de la cantante, marcando así un límite claro entre su pasado y su presente.

El recuerdo del Auditorio Nacional que planeaban realizar junto a la Sonora Santanera, un proyecto que los llenaba de ilusión, aún resuena en la memoria de Paquito. Un sueño truncado por el destino, que simboliza la promesa de un futuro que ya no será. Sus anécdotas, compartidas con generosidad, revelan la complicidad y el cariño mutuo que existía entre ambos. Una historia de amistad, lealtad y respeto que perdura más allá de la ausencia física, un legado que Paquito lleva consigo como un tesoro invaluable. La historia de un hombre que eligió la fidelidad a su amiga por encima de las luces del espectáculo, un ejemplo de que el verdadero éxito no se mide en aplausos, sino en la profundidad de los lazos humanos.

Fuente: El Heraldo de México