El próximo 1 de junio, Chiapas se prepara para una jornada electoral crucial: la renovación del Poder Judicial de la Federación. A pesar del contexto de protestas magisteriales, el INE en Chiapas ha descartado la necesidad de reforzar la seguridad, asegurando que el proceso avanza en un clima de paz y sin incidentes que ameriten medidas extraordinarias. Claudia Rodríguez, vocal ejecutiva del INE en la entidad, ha confirmado que, hasta el momento, no se han detectado focos rojos que pongan en riesgo la instalación de las casi 3,000 casillas previstas. Si bien las manifestaciones de la SNTE y la CNTE se mantienen como un punto de atención, Rodríguez enfatiza que estas no han interferido con las actividades electorales.

La logística electoral se encuentra en marcha a toda velocidad. La distribución de los paquetes electorales, una tarea titánica que implica una compleja red de traslado y custodia, ha alcanzado ya un avance del 50%. Las bodegas electorales, verdaderos centros neurálgicos de este proceso, han estado operando desde la madrugada para garantizar la entrega puntual del material a los funcionarios de casilla. Este despliegue logístico, minuciosamente planificado, busca asegurar la fluidez y transparencia de la jornada electoral.

La capacitación del personal encargado de recibir y contabilizar los votos es otro pilar fundamental para el éxito de la elección. Con un 99.9% de los funcionarios ya capacitados, el INE en Chiapas se muestra confiado en la eficiencia y la correcta aplicación de los protocolos electorales. Esta preparación exhaustiva busca minimizar el margen de error y garantizar la legitimidad del proceso.

Para salvaguardar el traslado de la paquetería electoral, el INE cuenta con el respaldo de las fuerzas de seguridad del Estado. La Guardia Nacional, la Sedena y la Secretaría de Seguridad del Pueblo participan activamente en este operativo, brindando la protección necesaria para que los materiales electorales lleguen a su destino de manera segura e íntegra. Esta colaboración interinstitucional refuerza la seguridad y la transparencia del proceso.

A pesar del optimismo del INE, la sombra de los recortes presupuestales se cierne sobre la jornada electoral. La ausencia de casillas extraordinarias, una consecuencia directa de estas restricciones, podría afectar la participación de algunos sectores de la población, especialmente aquellos con movilidad reducida o que residen en zonas de difícil acceso. Este factor, sumado a la atípica naturaleza de la elección –una consulta judicial sin la participación de partidos políticos– y a las limitaciones en la difusión impuestas por el Tribunal Electoral, plantea un escenario complejo para la predicción de la participación ciudadana. Si bien la vocal ejecutiva estima una participación cercana al 65%, similar a la de otros procesos, reconoce la singularidad de estas elecciones y la incertidumbre que genera. La incógnita sobre la afluencia a las urnas se resolverá el próximo 1 de junio, en una jornada que pondrá a prueba la solidez del sistema electoral chiapaneco.