
30 de mayo de 2025 a las 09:35
Banxico: ¿Fin del alza de tasas?
El Banco de México (Banxico) se encuentra en una encrucijada. Tras meses de recortes a la tasa de interés referencial, la institución se prepara para un cambio de ritmo. La Minuta 116 de la Junta de Gobierno, correspondiente a la reunión del 15 de mayo, revela un panorama donde la unanimidad en las decisiones podría estar llegando a su fin. Si bien se anticipa un nuevo recorte de 50 puntos base para la reunión del 26 de junio, el futuro más allá de esa fecha se presenta incierto y con la posibilidad de desaceleraciones e incluso discrepancias entre los miembros de la Junta.
Este cambio de perspectiva se debe a una convergencia de factores. Por un lado, la inflación, si bien continúa a la baja, muestra signos de resistencia. La cifra del 4.22% anual registrada en la primera quincena de mayo, aunque positiva, invita a la prudencia. Por otro lado, la reciente resolución del Tribunal de Comercio Internacional de Estados Unidos, anulando los aranceles "recíprocos" impuestos por Donald Trump, añade un elemento de optimismo al panorama económico. Esta mejora en las perspectivas, aunque favorable, también genera cautela en algunos miembros de la Junta de Gobierno, quienes consideran que el ritmo de recortes debería moderarse para evitar riesgos inflacionarios.
La división de opiniones dentro de Banxico se hace cada vez más palpable. Mientras que tres miembros se inclinan por mantener el ritmo actual de recortes de 50 puntos base, argumentando que la economía aún necesita un impulso monetario, otros dos prefieren una postura más conservadora, optando por recortes de 25 puntos base. Esta divergencia refleja la complejidad del momento económico actual, donde la necesidad de estimular el crecimiento debe equilibrarse con la precaución ante posibles presiones inflacionarias.
La economista en jefe de BNP Paribas, Pamela Díaz Loubet, señala un cambio significativo en la narrativa de la política monetaria de Banxico. Se observa un doble debate: por un lado, sobre la magnitud de los ajustes a la tasa de interés, y por otro, sobre la posición monetaria relativa con respecto a la Reserva Federal de Estados Unidos. Este último punto es crucial, ya que una diferencia significativa entre las tasas de interés de ambos países podría generar volatilidad en el tipo de cambio.
En este contexto, las decisiones futuras de Banxico se vuelven aún más relevantes. Cada recorte a la tasa de interés tendrá un impacto directo en la economía mexicana, influyendo en variables clave como la inversión, el consumo y el crédito. La atención se centra ahora en la reunión del 26 de junio, donde se espera un nuevo recorte, pero la mirada está puesta en los meses posteriores, donde la unanimidad podría romperse y el camino de la política monetaria se vuelva más sinuoso.
El análisis de Gabriela Siller Pagaza, directora de Análisis Económico Financiero de Grupo Financiero Base, refuerza la idea de un cambio de rumbo. Siller Pagaza destaca la importancia de considerar los datos económicos más recientes, incluyendo la inflación de mayo y la resolución sobre los aranceles, para tomar decisiones informadas. Su análisis sugiere que la prudencia será la tónica dominante en los próximos meses, con Banxico buscando un equilibrio entre el estímulo económico y el control de la inflación.
En resumen, el panorama para la política monetaria en México se presenta complejo y desafiante. La desaceleración en el ritmo de recortes a la tasa de interés parece inevitable, y la posibilidad de decisiones no unánimes añade un elemento de incertidumbre. Banxico se enfrenta a la difícil tarea de navegar en un entorno económico volátil, buscando el camino óptimo para impulsar el crecimiento sin comprometer la estabilidad de precios. La atención estará puesta en cada anuncio y cada minuta, buscando descifrar las señales que indiquen el rumbo de la economía mexicana.
Fuente: El Heraldo de México